Rastros del pasado.

Capitulo 2: Albert Williams.

"La verdad es como un fósil, cubierta tras un mar de arena llena de mentiras, pero...siempre sale a la luz."

Shone;

Salimos de la comisaría, no tengo potestad para tener armas, se me fue revocado hace unos meses, "ya Louis tiene un arma, y además es por seguridad" como me gustaría callar la boca de esos entrometidos.

Subimos a mi auto, yo conduzco obviamente, la dirección quedaba algo lejos pues era en las afueras de la ciudad, admito que el paisaje era...bastante atractivo, más cuando se ve cada vez más lejos la ciudad, se siente una libertad...que no había experimentado hace ya un buen tiempo, subimos una colina que hizo que la vista de altura fuera espectacular. Nada que ver con mi apartamento en el centro.

— Lo que es tener dinero...— Masculló Louis con cierta envidia.

— Lo que es saber administrarlo dirás.

Si bien la localidad de la casa era un total derroche de dinero, no dudo que si Louis lo hubiera obtenido se lo habría gastado en prostitutas y alcohol, algo clásico de los hombres como el. Una valla nos detiene a unos metros de la gran casa, el comunicador de la misma hace un sonido.

— Residencia Williams, identifiquese por favor.

El acento de la persona quien habló es...irlandés, estoy seguro.

— Detective Shone Wolf, vinimos debido a la denuncia de Albert Williams.

Y dejó paso libre a la casa, el camino daba paso a una hermosa fuente, las esculturas de cisnes blancos que dejaban caer un chorro de agua desde sus picos era un pequeño entretenimiento, el camino daba la vuelta alrededor de la fuente y se cortaba en 3 caminos posibles, al frente, la gran casa de, diría yo...unos 3 pisos, y a los lados son grandes casas más, seguramente las mismas actuarían como habitaciones para invitados, si esta era la casa de campo...no quiero saber como es la principal.

Un hombre nos esperaba a pies de la fuente, vestía de forma elegante; chaleco negro y camisa blanca de mangas largas al igual que sus guantes, seguramente un mayordomo, de piel pálida, cabello...muy largo de color azabache, de hecho esta atado sobre su cabeza, que apariencia tan peculiar para alguien que sirve a otro.

Indicó con sus manos que fuéramos donde el, caminó a la ventana donde estoy sentado y procede a explicar.

— Puede aparcar por allí.— Ese acento denuevo, es quien hablo por el comunicador. Indicó con su dedo a una zona donde habían autos lujosos, Bugattis, Ferraris, confirmado mi pobre sedan se verá como pordiosero.

Siguiendo sus instrucciones dejo el auto y salgo del mismo, el desconocido nuevamente se acerca.

— Caballeros, el señor Williams se encuentra en su despacho.— Colocó sus manos en su espalda y empezó a caminar. Supongo que debemos seguirlo...los zapatos se marcan con un sonido característico, normal debido al material del suelo, pero hacia que todo cobrara una nueva esencia.

Dentro de la...esto no puede ser llamado casa, mansión, el sonido se hizo eco atravez de las blancas paredes. El peli negro, nos guió por la gran entrada, 3 posibles rutas, a los lados dos grandes pasillos y al frente una gran escalera, su alfombra aterciopelada de color rojo oscuro daba una buena imagen que la vista. La escalera, que también partía en dos a los lados, tenía medio de la misma un cuadro, el retrato de una dama hermosa a decir verdad, aunque su mirada parecía evitarte de todos los ángulos posibles, un efecto visual que da aire de misterio,  supongo.

Caminamos por la dichosa escalera, una vez arriba nos guió por un pasillo con ventanas que daban una vista magnífica de la ciudad, Albert tiene buenos gustos.

Una puerta se interpuso en nuestro camino, de madera oscura y detalles en dorado, no dudaría que no fuera oro. El muchacho abrió la puerta, parecía un estudio, librerías y decoración tirando a lo vintage, un hombre que aprecia las antigüedades...

— Señor Williams. — Dijo con respeto, el mencionado se encontraba admirando el paisaje de espaldas a nosotros, la pared que era una cristalera completa dejaba una vista panorámica completa de todo el camino que habíamos tomado.

Albert volteó, facciones británicas, cabello castaño...con algunas canas, tal vez unos...40 años, alto y de corte elegante, era de esperarse, ojos marrones y de piel...no se describir el color, es un canela suave, puedo ver un anillo en sus dedos, plata quizás. En sus manos, poseía un vaso de whisky, lo reconozco por el olor.

— Puedes retirarte.— Mencionó Albert, el muchacho que nos había guiado, da una corta reverencia y se retira dejando a Louis y a mi en medio del recinto.

— Deben ser Louis King y Shone Wolf, ¿me equivoco?.

— Así es, vinimos debido a la denuncia que puso a las desaparecidas.— Respondió Louis apresurado, ahg, ¿no tiene sentido de la elegancia?.

— Lo se, son mis hijas.— Y tomó el Whisky de su vaso, estaba...muy relajado para ser un padre preocupado. Quiero decir...sus hijas desaparecieron.

— No le molestará que le hagamos algunas preguntas en ese caso.— Añadi en voz clara, me intimidan pocas cosas en esta vida, y puedo asegurar que esta no es una de ellas.

— En lo absoluto, hagan las preguntas que crean pertinentes.— El hombre tomó asiento, apoyando su codo en la mesa y haciendo un pequeño ruido seco en la madera.

— ¿Notó algun comportamiento extraño en sus hijas antes de la desaparición?.— Haré preguntas básicas en este tipo de casos, al menos por ahora.

— No, salvo tal vez por Elizabeth, ella...había salido un par de veces con sus amigas.— Amigas...segundo indicio. Louis toma nota de las palabras de Albert.

— ¿Que relación posee con Nethan Cross?

— Ex-Colegas se podría decir, Nethan jugó sucio y eso no lo permito.

— ¿Jugar sucio?, ¿me podría decir de que se trata su acuerdo?.— Pregunté con interés mientras me senté en frente de Albert, el se inclinó en su silla.

— El no toca lo mío, yo no toco lo suyo.— Todo esto...me recuerda a la mafia, mafia que terminó por llevarme a donde estoy hoy en día.

— Bien, volvamos al tema principal, ¿sabe usted si Nethan Cross sería capaz de hacer esto?— Un chasquido de su lengua me hace prepararme para la respuesta. No es su primer rodeo.

— Si, y pienso que el es el culpable.

— Y si lo piensa...¿por que no tomar la justicia por su mano?, es un hombre con suficiente poder para eso.— No creo equivocarme con esa afirmación...por dinero el mundo da vueltas y puedo asegurar que si este hombre quisiera a Nethan Cross muerto ya habría pasado. Lo que me hace sospechar...hay algo que lo ata a que siga vivo.

— No pierdes tiempo, pero no me conviene, tener a la policía en mis espaldas no está en mis planes señor Wolf.— Con la botella del whisky sobre el escritorio volvió a servirse.— Además, quiero a mi familia tranquila, sin pleitos ¿para eso existe la justicia no?.— Hombre inteligente...da la suficiente información para no comprometerse, pero a la vez que no es tan poca como para amenazarlo con obstrucción a la justicia.

— Muy bien señor Williams, ¿quiere decirme cuales fueron las amenazas que recibió en su contra?.— El buscó algo en su cajón, sacó un sobre blanco con un sello de cera negro. Me hace entrega de dicho sobre en mis manos y puedo ver el sello más de cerca, tiene la figura de un cuervo grabado...un cuervo, maldita sea es el otra vez.