*。Daddy i'm scared。*

62 15 8
                                    


Cuando me enlacé con mi Omega todo fue perfecto, meses después vino nuestra boda donde en la luna de miel quedó en estado. Le dimos gracias a la Madre Luna.

Mi amado Omega Seokjin a quien le conocí en el museo, se veía hermoso con su cabello en tono morado y labios tintados de un poco color rojizo. Por primera vez creí en el amor a primera vista. Pero esa es otra historia, que tal vez jamás les cuente.

El tiempo que mi Omega estuvo esperando a mi cachorrito en su vientre fue el más feliz de mi vida. Cada vez que le hablaba o le cantaba él me contestaba con una patadita. Lloré la primera vez que sentí una, mi Omega llegó a mi con pasos apresurados y tomando mi mano susurró "¿Lo sientes?" justo cuando toqué su estomago el cual ya estaba abultado y sentí las pataditas de mi cachorro mis ojos se nublaron de lagrimas y no pude más que levantarme de mi silla para tomar a mi Omega en un abrazo y susurrarle muchas veces cuanto lo amaba y lo feliz que me sentía con nuestra espera.

Cuando mi cachorro nació, mi lobo aulló de orgullo al ver a nuestro hijo. Sus manitas eran muy pequeñas, su piel era de tono pálido y sus cabellos de color negruzco, sus grandes ojos eran muy bellos. Sus labios eran abultados al igual que mi Omega y sus mejillas eran tan grandes que me daban ganas de apretarlas y besarlas por mucho tiempo.

-Hola mi amor. - susurré mientras lo tomaba en brazos y lagrimas caían de mis ojos. - soy papá. - su pequeña manita tomó prisionero mi dedo y sonreí aún con aquellas lagrimas resbalando por mis mejillas.

No fue difícil ponerle un nombre a nuestro cachorro. Jungkook

Mi cachorrito era muy listo desde pequeño y obtuvo una leve afición hacia los conejos cuando lo llevamos al supermercado; se enamoró de un pequeño juguete en forma de conejo y no tardó en llamar nuestra atención para que se lo diéramos.

En el momento en que le comenzaron a salir sus pequeños dientes realmente parecía un pequeño conejito. Dos dientes de forma alargada estaban en la parte de enfrente de su dentadura haciéndole ver de una manera más adorable.

Mi Omega era el Omega más hermoso, cálido, gracioso que nadie jamás podría haber tenido y me sentía muy bien. Sin contar que era mi destino. El destino que había estado buscando desde hace mucho tiempo.

Mi Omega cocinaba sumamente delicioso igual que un chef profesional y yo no dudaba en alabarlo siempre que podía. Por que el amor de eso se trata. Porque mi amor de eso se trataba.

Cuando cumplió los dos años mi cachorro ya caminaba y hablaba con más fluidez. Siempre estaba detrás de su padre Omega, era muy divertido ver cómo le exigía por su atención mientras que mi pobre Omega se las arreglaba para poder cocinar o hacer alguna actividad en la casa.

-Papi Jinnie. - mi bebé balbuceaba mientras caminaba hacia la cocina y lo tomé en brazos haciendo que mi pequeño gritara emocionado.

- ¿Quieres ir con papi Omega? - pregunté mientras lo veía asentir.

-Todavía no está la comida mi amor. - la voz de Seokjin me recibió cuando crucé el umbral de la cocina. - ¿Cómo se está portando este pequeño lobito? – la risa de mi bebé fue mayor cuando su padre Omega le daba pequeños besos por todo su pequeño rostro.

Era un gran recuerdo que estaba grabado en mi corazón.

Cuando mi cachorro cumplió los tres años su aroma de talco y leche cambió a ser uno de fresas, un aroma que nos cautivó a todos pues mientras que mi Omega tenía el aroma a miel yo portaba un aroma de café. En verdad que éramos una familia muy complementaria, pues hasta con nuestros aromas combinaban a la perfección y eso hacía que mi Alfa inflara el pecho en señal de orgullo.

Daddy i'm scared [Namjin]Where stories live. Discover now