Parte 1

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Esta historia empieza en una pequeña academia de música, ahí estaba plantada yo esperando delante de mi teclado a la nueva cantante de la banda. De la nada veo una figura, aparentemente parece un chico pero cuando nuestro profesor dice su nombre me doy cuenta de que es una chica.

Se llama Júlia, es un par de frentes más pequeña que yo y es rechoncha a simple vista, tiene el pelo corto con rizos cayendo por su frente de color negro, me llama mucho la atención la forma en la que va vestida, lleva calcetines diferentes y los cordones de las bambas de diferente color, pantalones anchos y doblados de abajo y sudadera ancha. Cuando por fin me doy cuenta, la veo atractiva más de lo que yo misma llegué a pensar. Siento que ella también me analiza como yo hice con ella y en cuanto el profesor le dice que pruebe el micrófono escucho su voz que me recuerda a un pajarillo libre volando por el cielo.

Al acabar aquella clase me dirigí para mi casa, y para mi sorpresa la veo andar tras de mí, cogí valentía, me paré y la esperé, ahí empezó la conversación

-Hola, soy Ellie, la pianista - dije

-Sé quien eres, te acabo de conocer pero me acuerdo de tú nombre- me dijo ella

-¿A qué instituto vas? - pregunté con curiosidad

-Al Dalí ¿y tú?.

-Al Dalí también, yo voy a tercero

-Segundo de bachi - era tres años mayor que yo - Qué pequeña eres, pareces más mayor te hubiese puesto 16 años.

-No eres la primera que me lo dice, yo a ti te hubiese echado menos de ¿Los 17 que tienes?

-Exacto, soy mayor que tú - dice con cierto intento de picarme - ¿Tienes novio?

-¿Yo?¿Novio? Eso no me lo creo ni yo, soy bisexual pero me gustan más las chicas.

-Así me gusta, yo soy lesbiana y estoy soltera también.

A partir de ahí hablamos de todo un poco hasta llegar a mi casa, ella me dijo que tenía lenguaje en la academia así que se fue.

Varias semanas después, cuando tocaba banda, me acompañaba a casa y hablábamos la una de la otra y nos conocíamos mejor, también nos dimos los números de teléfono y hablamos por mensajes a todas horas. Poco a poco me iba dando cuenta de que me gustaba, pero me daba miedo decírselo, así que continúe mi vida.

La Historia sin Final FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora