Narra Minato_
Había llegado finalmente el día.
El día más esperado por nosotros dos.
—¡Necesito un médico por favor! ¡Mi esposa va a dar a luz! —pedía gritando en cuanto llegué al hospital junto a Kushina.
Para aquel momento, Llevábamos casados 3 años. Tiempo que pasamos felices en pareja matrimonial. No habíamos decidido tener niños; ni mucho menos habíamos hablado del tema lo suficiente como para considerarlo. Sin embargo, henos aquí.
Rápido llegó una enfermera con una silla de ruedas a recibirnos en la entrada. Entre ambos ayudamos a Kushina a sentarse en ella.
—¿Hace cuánto comenzó con las contracciones y cada cuanto le dan? —me preguntaba la enfermera que llevaba a mi esposa.
Casi no la oía. Toda mi atención iba dirigida a la persona que le había jurado amar por toda mi vida. Ella acariciaba su vientre una y otra vez. Sufría mucho pero, detrás de todo ese dolor notaba su felicidad por la llegada de nuestros bebés.
—Hace una hora y le dan cada 20 minutos —contesté finalmente.
—Muy bien señor. Los llevaremos a una habitación en lo que su mujer termina de dilatar bien para pasarla a la sala de partos —nos señalaba el protocolo.
—Claro.
Acostamos a Kushina en una de las camillas que habían en la habitación. La enfermera se aseguro de que todo estuviera en orden para retirarse dejándonos.. ¿solos?. No, no estábamos solos. Había otra mujer embarazada. Me sorprendí mucho al verla.
—¿Primera vez? —se dirigía hacía ambos en cuento nota mi mirada sobre ella.
—S-Si —contestó a duras penas mi esposa.
—Para mí es la segunda vez. Tengo una niña de 6 años en casa —nos confeso. No había notado que no tenía a nadie acompañándola. Venía sola— Ustedes tranquilos, que en cuanto acabé todo, ese dolor habrá valido la pena —nos dice con una sonrisa.
—Oh claro que sí. Gracias. Es muy amable —le dice Kushina entrando en más confianza con la mujer que acababa de conocer.
Se la pasaba bien hablando con ella. Compartía algunos consejos de maternidad y de labor de parto. Hacía mas llevadera la espera.
Rato después volvió la misma enfermera para revisar a la mujer con la que hablamos.
—Bien. Ya tienes 10 de dilatación ¡Vámonos! —dice alegre y con ayuda de otros enfermeros, la suben a otra camilla para llevarla.
—¡Mucha suerte Kushina! —dice antes de salir.
La sala se sentía mas sola. Intentamos pasar el tiempo platicando sobre lo que haríamos en el futuro hasta que...
—Minato.. —se queja de nuevo Kushina tomando fuerte mi camisa.
—Lo sé amor, pero tú eres fuerte. Aguanta ¿sí? —anime y bese su frente con cuidado— Muy pronto conoceremos a nuestros pequeños.
Daba caricias suaves a su vientre mientras sonreía por la felicidad que me causaba estar a minutos de convertirme en papá junto al amor de mi vida. No existía comparación alguna para la experiencia vivida.
—O pequeñas —me recordaba Kushina riendo— podrían ser niñas también.
Durante los controles, la obstetra nos dijo que serían gemelos. Los traviesos no se dejaban ver lo suficiente. Por lo que no sabríamos cuales serían sus sexos hasta que nacieran.
—Tienes razón amor. Sean lo que sean, los amaremos por igual —conteste besando ahora su vientre. Se que eso la calmaba un poco. Lo sabía porque me ha dicho en mas de una ocasión que le gusta que lo haga.
Tic Tac..
Tic tac..La espera era interminable. Cada minuto que dejaba pasar parecía una hora entera. Eternidades.
¿Cuánto tiempo se supone que demora esto? ¿Minutos, horas, días?
—Oh no.. He roto fuente —me alerto Kushina cuando sintió el mojón entre sus piernas.
¡Al fin!
Llegó el momento.
—¡¡Enfermera!! —grité a todo lo que daban mis pulmones— Tu tranquila amor. Ya vienen nuestros bebés y estás haciendo un gran trabajo. Solo respira.
No tardo en llegar la enfermera con una camilla y hacer lo mismo que con la otra mujer. Ambos salimos de la habitación, pero a mí me llevaron a otro lugar para cambiarme y poder entrar a la sala de partos.
Hasta antes de que rompiera fuente todo pasaba muy lento. Una vez que lo hizo , fue lo contrario. Podía jurar que el tiempo transcurría al doble.
Estando adentro, observé a Kushina acostada y con las piernas abiertas. Vestía únicamente una bata. Había una doctora y muchas enfermeras a su lado. Mi pobre esposa gritaba y gritaba. Entrar en ese lugar me hizo quedar inmóvil debido a su condición.
¿Será así la primera vez para todas?
Era demasiado inquietante.Alaridos y gritos.
—Acompañe a su esposa, por favor —me empujo riendo una enfermera al verme ahí parado. Completamente helado. Estático.
—Oh, sí. Claro —digo y me paro al lado de mi mujer tomando su mano. Ella me apretaba muy fuerte— Lo estás haciendo bien cariño. Sigue así —la alentaba lo mejor que se me ocurría. El estado de shock me apoderaba aún.
Intentaba hacerse la fuerte, pero sabíamos que le dolía.
Gritos y Gritos agonizantes se escuchaban por toda la sala.
—¡Duele muchísimo! —se quejaba ella— Todo.. ugh.. esto es tu culpa Minato.
Yo, incluidas algunas de las enfermeras, nos reíamos por su comentario.
—¡Ya puedo ver la cabeza del primero! —nos avisaba la doctora— Necesito que pujes con todas tus fuerzas Kushina.
Ordenaba la doctora y ella la obedecía. Apretaba mi mano mucho más duro que antes y largaba gritos desesperados en lucha.
—¡Así! ¡Muy bien! Lo estás haciendo muy bien. ¡Vamos una vez más! —pedía la doctora.
Gritaba a la par que pujaba.
—¡Eso! —exclamaba llena de emoción la doctora.
Un sonido tan mágico y tan bello se oía en la sala. Únicamente eso. Aquel sonido nos colmaba de alegría y nos abría paso a un nuevo mundo.
—Felicidades a ambos. Es un niño —nos decía al recibir a nuestro hijo cubierto de sangre.
—¿U-Un.. niño? —pregunto llorando Kushina.
¿Hemos tenido un niño?
No me lo creo.Era lo único que pasaba por mi mente.
—Claro que sí —contestaba dándole el bebé a la enfermera para que lo limpié en cuanto corta el cordón umbilical.
—¿Escuchaste eso, Minato? ¡Tuvimos un niño! —me hablaba emocionada.
Yo no sabía que decirle. Estaba más que feliz. No tenía palabra alguna para describir la emoción que sentía. Era inmensa. Tanto que no me cabía en el cuerpo.
Mi hijo.
—Y aquí viene el segundo —nos advierte la doctora— ¡Vamos una vez más Kushina!
Las contracciones volvían y el martirio también.
—Tu puedes, Amor —la aliento.
—1..
2..
3..
¡Puja!

ESTÁS LEYENDO
_NS_ Amor Entre Hermanos +18 [ACTUALIZANDO]
Fanfiction"Una aberración" Nos llamaría el mundo entero solo por amarnos. Lo sabemos, somos unos verdaderos mounstros por dejarnos llevar ante lo que NO debemos atrevernos a tocar. No lo elegimos, sólo pasó.. -Puedo ver cómo me miras al pasar. Se que me dese...