Contrarreloj

67.

Jace.

-No puedo creer que hayas hecho eso ojitos- ríe fuertemente Malía.

-Es lo correcto- me encojo de hombros.

-No sabía de ese lado tuyo- sonríe.

-Puedo ser un chico malo si quiero- le sonrío de forma coqueta y ella me empuja divertida.

Lo que pasó es que un imbécil quiso pasarse de listo con ella, y vamos, me crió Lucca, no podía dejar que eso pasara. La defendí y todos se sorprendieron, nadie creía que el reservado chico Black se enfrentara con el idiota popular, mucho menos que él me temiera.

Salimos del edificio para ver a Lucca apoyado en su coche. Veo como me escanea al verme, asegurándose de que todo esté en orden, le sonrío levemente para calmarlo antes de enfocarme en la chica frente a mi. Veía su movil, lucía algo desanimada de pronto, frunzo el ceño y me acerco para levantar su rostro.

-¿Qué pasa?- pregunto preocupado.

-Jason llevará a sus amigos a casa, no los soporto. Sobre todo a Liam, tiene una obsesión poco sana conmigo- hace una mueca.

-Vamos a mi casa- le sonrío- Podemos ver una película o lo que quieras-propongo.

-No quiero molestar Jace- habla apenada.

-Jamás me molestas- tomo su mano para que me siga al auto de mi hermano.

-¿Puede venir Malía con nosotros?- pregunto luego de saludarlo.

-Claro- abre la puerta para ella.

El camino a casa fue divertido, Malía y yo íbamos cantando a todo pulmón, haciendo reir a veces a mi hermano, quien negaba con nuestras locuras. Al llegar veo un coche en la puerta que no me es conocido.

-¿Tenemos visitas?- pregunto mientras bajo, ayudando a Malía a hacerlo también.

Lucca suspira con cansancio.

-El coche seguramente es de una chica que ha traído Dereck, en cuanto entre a esa casa y esté usando mi sofá para sus... encuentros. Lo mataré- gruñe encaminándose a la puerta, tenso.

Pero cuando entramos todo a mi alrededor se detiene.

No es una conquista de Dereck.

Es Camille.

Su cabello corto hasta sus hombros y rubio es lo primero que veo, una sonrisa se forma en su rostro, más maduro que la última vez que la vi, y sus lindos ojos azules se llenan de alegría. Corre a mi para saltar a mis brazos, logro sostenerla mientras sonrío, feliz de volver a verla.

-Hola Jessie- susurra en mi oído.

-Hola Cam- respondo, emocionado por su visita.

Nos separamos mientras toma mis manos para darme un repaso con su mirada.

-Vaya, has crecido Jessie- se burla.

No siempre tuve el cuerpo que adquirí en el gimnasio de la casa. Era muy delgado en mi niñez.

-Tú no pulga- me burlo y ella ríe.

Miro por sobre mi hombro a Malía, quién luce incómoda mientras mira a la chica rubia frente a nosotros. Tomo su mano y la atraigo a mi lado, para presentarla. Lo que menos quiero es que se sienta incómoda.

-Malía, ella es Camille, mi...

-Mejor amiga- interrumpe Camille con una sonrisa ¿Falsa?

-Pulga, ella es Malía, mi...- ¿Como debía presentarla? Ella era mi mejor amiga también.