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Era un típico viernes por la noche, la pareja estaba en el sofá del apartamento. Tae estaba sentado acariciando el suave cabello del azabache que tenía su cabeza en su regazo.

El programa que estaba puesto en la tele estaba olvidado, ninguno lo miraba.

Taehyung acababa de llegar a casa, tuvo un largo y estresante día en su oficina, donde se la pasó yendo de aquí para allá llenado papeles. Mientras Jeon, que aún estudiaba, se pasó durmiendo estas horas hasta que Tae llegue a casa.

El castaño estaba muy sumergido en sus pensamientos, lo cual Jungkook notó por el inusual silencio.

—¿En qué piensas bebé?

Le preguntó curioso y éste rápidamente lo miro hacia abajo.

—No es nada, solo que hace un tiempo tuve una idea pero esta tonta.

Jungkook hizo pucheros cuando escuchó la inseguridad en el mayor, a él no le gustaba eso.

—Hey, no digas eso. Sabes que puedes contarme todo y nunca voy a juzgarte ¿Cierto?

Taehyung vio la sinceridad en los ojos de su novio pero aún así no encontraba el coraje para decirle lo que estaba pensando.

Se sonrojó un poco y subió sus manos a su cara, cubriéndola. Un apenas audible murmullo salió de su boca.

—Es demasiado vergonzoso, ni siquiera puedo decirlo. Seguro vas a decir que no y no te culpo.

Jeon frunció el ceño mientras se levantaba del regazo de Tae y se acomodó más cerca, agarró su cintura y gentilmente sacó las manos ajenas de la cara, revelando sus mejillas coloradas.

—¿Es algo que tiene que ver con el sexo?

La cara del mayor se puso aún mas roja, si se era posible, mientras asentía.

—Estoy abierto a probar cualquier cosa contigo, bebé. No lo voy a descartar hasta que lo pruebe, me siento realmente seguro contigo y confío en ti sea lo que sea.

Después de decir todo esto, el azabache sonrió mostrando sus perfectos dientes y trató de provocarlo un poco mordiéndose apenas el labio inferior.

—Prométeme que no vas a pensar que soy raro después de esto.

—No prometo nada.

Alzó las manos en señal de inocencia y Tae le dió un golpecito en el pecho juguetonamente.

—¿Qué pasa si involucra deportes en el agua? No niego que eso es algo un poco raro.

Jungkook se carcajeó luego de decirlo y el castaño tomó la almohada mas cercana y se la arrojó.

—No es eso ¡Lo juro!

—Entonces suéltalo.

—Esta bien... quiero ser el activo, y también... quieroqueusesmediasderedmientraslohacemos.

(quiero que uses medias de red mientras lo hacemos)

El azabache se inclinó hasta él y posó su oreja frente a la boca de Tae, ya que había murmurado muy bajito.

—Perdón, ¿Qué dijiste? No entendí nada, bebé.

Tae soltó un gruñido y aclaró su garganta, empujando a su novio de donde estaba.

—Por favor no me hagas repetirlo.

—Pero de verdad no pude entenderte. No puedo ayudarte con tu fetiche si no sé que es lo que quieres, amor.

Esa odiosa frase hizo que Tae quiera quitar la satisfecha sonrisa de la estúpidamente atractiva cara de su novio de una cachetada.

—Quiero follarte mientras tu usas medias de red ¿Fui lo suficientemente claro?

La mandíbula de Jeon cayó y sus ojos se abrieron, pero no por lo que su novio quería, sino por la manera en que la voz de Taehyung se volvió grave y con un tono mas... dominante. Una corriente corrió por la columna de Jungkook.

—O-okey.

Las cejas del castaño Tae se levantaron en sorpresa porque su Kookie nunca tartamudea. Él siempre estaba tranquilo, era quien mantenía a Taehyung con los pies en la tierra, pero aquí lo tenemos siendo tímido y mirado a Tae por alguna orden, dispuesto a hacer lo que pida.

—¿Estas seguro?

La voz de Taehyung fue mas suave esta vez, volviendo a su tono anterior, y Kook no pudo evitar extrañar el previo lado dominante.

—Si, estoy cien por ciento de acuerdo. Tal vez podamos ir de compras mañana y-

—Ya tengo las medias...

El mayor lo interrumpió.

—¿Qué?

—L-lo que dije, ya las compré así algún día podía usarlas bajo mis jeans rotos ¡pero no importa si quieres probártelas primero! Yo creo que lucirían muy sexy en ti.

Jungkook tragó sonoramente mientras imaginaba las bronceadas y largas piernas de su novio adornadas con las medias negras, se encontraba babeando. Pero sus pensamientos sucios rápidamente fueron olvidados cuando se imaginó a si mismo en la misma prenda.

Él no creía que se podía ver así de bien, pero si Taehyung pensaba eso, era lo único que importaba.

—Está bien, vamos.

Jungkook entrelazó sus manos al rededor de Tae y lo guió hasta su cuarto compartido. Las palmas de las manos de Tae empezaron a sudar por los nervios y la excitación que provocaba que iba a ver a su novio como hace un tiempo quiere.

Así comenzó la noche.

𝖿𝗂𝗌𝗁𝗇𝖾𝗍𝗌 𐚱 𝗏𝗄𝗈𝗈𝗄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora