Tú, Mi Perdición | EN PAUSA

00.- Prefacio.

14 de diciembre 2015
Austin, Texas
Trail Of Lights.

—Trenton, por acá —escuché decir a aquella mujer rubia que tanto amaba.

—Sí, ya voy —la alcancé, tomé su mano y pude ver la felicidad que emanaba de su rostro.

—Mi amor, todo esto es precioso —escuché como de ella no dejaban de salir los suspiros mientras veía todo a nuestro alrededor—, creo que estos días de vacaciones son mis favoritos.

—Míos también —nos miramos y sonreímos al mismo tiempo—, amo verte feliz —afiancé su mano a la mía.

—Yo amo todo de ti —voltea conmigo sin quitar esa sonrisa, me acerqué y besé sus labios.

Seguimos recorriendo todos los caminos inundados en luces, este festival era cada año aquí en Austin, he venido siempre, es un lugar muy especial para mí, y era el indicado para hacer lo que quería hacer, deseaba esperar, pero mis nervios y ansias no me dejaban en paz. En el momento en que vamos cruzando el túnel de luces ella me suelta para correr e ir a ver unas figuras, yo aproveché y saqué la cajita de mi abrigo. Me acerqué y mientras ella estaba de espaldas yo me hinqué, volteó y yo de inmediato abrí la cajita.

—Haley —aclaré mi garganta, estaba nervioso, pero era lo que más deseaba en ese momento. Ella tapó la mitad inferior de su rostro con sus dos manos— ¿Te gustaría casarte conmigo?

Ella no dijo nada, solo asintió, vi bajo las luces de colores como sus ojos se llenaron de lágrimas, los míos ya habían soltado algunas de ellas, me puse de pie, saqué el anillo de la caja y lo puse en su dedo anular.

—Te amo Trenton, si quiero casarme contigo, siempre diría que sí —su voz entre cortada, su sonrisa y las lagrimas recorriendo su rostro, me hicieron sentir pleno.

—Yo volvería a pedírtelo, sin dudar —la abracé con todas mis fuerzas.

Haley y yo cumpliremos tres años juntos mañana, pero soy ese chico locamente enamorado que no puede esperar un día más para pedirle matrimonio. Soy ese romántico empedernido que quiere trabajar duro, para darle una buena vida a mi futura esposa y rogaría a Dios para tener muchos hijos. Sí, soy ese cursi.

Continuamos con nuestro recorrido por el evento, fui a dejarla a su casa y yo regresé al departamento donde me quedo temporalmente, vivo metido en el negocio familiar y me muevo de estado de forma constante. Al día siguiente fuimos a un recorrido de quince kilómetros, a media tarde regresamos a nuestros respectivos hogares, yo le tenía preparada una sorpresa, y aun que ya le había pedido ser mi esposa, yo estaba nervioso. Antes de irme, hice una llamada en conferencia con mis padres, primero contestó mi mamá y esperamos a que papá respondiera.

—Bueno, ahora que están los dos presentes por llamada, quiero decirles algo importante.

—Dinos, cariño, te escuchamos —me animó mi madre a hablar.

Me quedo en silencio por unos minutos.

—Le propuse matrimonio a Haley —solté de golpe. Seguido escuché risas de emoción por ambas partes, luego mi madre comenzó a sollozar—. Me habría gustado decírselos en persona pero me queda una semana aquí y no quería dejar pasar ni un día sin que se enteraran.

—Hijo, te felicito y sabes que cuentas con todo mi apoyo con está decisión —mencionó mi padre y en su voz solo notaba felicidad.

—Mi vida, siento que aún son muy jóvenes, pero eso no significa que no te apoye, siempre te hemos apoyado e impulsado en todos tus deseos y todas tus decisiones. Haley siempre ha sido bienvenida aquí y la queremos muchísimo —dijo entre sollozos, luego se suelta a llorar—. Perdón, hijo, es que me siento muy emocionada. —su voz al contrario que la de mi padre, era entre cortada.