2. Hermanos Morelli.

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—¿Como dicen? —pregunto Yesenia, mirando a sus padres con el ceño fruncido

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—¿Como dicen? —pregunto Yesenia, mirando a sus padres con el ceño fruncido.

—Iremos a un Bar —respondió el Señor Morelli, luciendo emocionado—. Hay un bar al que íbamos con nuestros amigos de la Universidad, y queremos volver a hacer recuerdos en él.

—¿Cómo es que sigue existiendo? —pregunto la castaña alzando las cejas, haciendo reír a Lucas, quien se encontraba haciendo tarea en el comedor y sonreír a Ángel, quien se encontraba terminando de cocinar lo que seguramente cenarían aquel día..

—Óyeme, que tengo tan solo 49 años —se defendió Ricardo Morelli, viéndose ofendido.

—Por eso —dijo Yes, como si fuera una cosa obvia.

Era sábado por la noche, y la familia Morelli Ávila había estado teniendo un día bastante normal hasta el momento; lleno de charlas triviales, pensamientos y opiniones compartidas a la hora del desayuno y comida. Algunas risas, algunas molestias, así como también diferentes tipos de música a diferentes horas del día. La bocina de la casa se iba cambiando de persona, así como también de lugar.

Algunas veces la usaba Karina, mientras terminaba de hacer algún diseño. Luego la usaba Yesenia, quien cantaba a la hora de limpiar la sala, y luego su habitación. Y después la podía tener Ángel, quien lavaba ropa mientras cantaba a todo pulmón sus canciones favoritas. Lucas y Ricardo eran los últimos en usarla, si es que este momento del día llegaba, casi siempre escuchaban mejor música en sus tocadiscos, o simplemente desde su teléfono. Era raro que Yesenia dejará la bocina.

—Yesenia —regaño Karina, terminando de meter sus cosas a su bolso. Ricardo aprovecho el momento de distracción para meter unos cuantos dulces a la bolsa de su esposa, sin que esta se diera cuenta—, simplemente portense bien. Ya no son unos niños, y sabemos que pueden estar bien una noche sin nosotros, pero al menos traten de no terminar en alguna estación de policía. Y sí, lo estoy diciendo por ti, pequeña copia de tu padre.

—¿De mi? —preguntó Ricardo, sonando divertido, ganándose una mala mirada de su esposa. Él solo le sonrió de manera inocente. Todos sabían que Yes era una copia casi idéntica de su madre.

—No es mi culpa que esa Señora se la pasará diciendo tonterías en la calle sobre lo que esas chicas podían usar o no. Alguien tenía que enseñarle a respetar, y a entender que la vida de los demás no tiene porque importarle —dijo la castaña, cruzando los brazos sobre su pecho—. Pero vayan tranquilos, dudo mucho que vayamos a algún lado a estas horas —se hundió de hombros, mientras sus hermanos asentian, de acuerdo.

—Bien —Ricardo sonrió—. Sin embargo quedarse en casa y tratar de no dar problemas también va de la mano con el No parejas en casa mientras no estemos. Al menos no por hoy, ¿me entendieron?

Los tres hermanos rápidamente abrieron la boca para protestar, pero Karina simplemente les dio una mirada de advertencia, que sirvió para que los tres callaran.

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2021 ⏰

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