Capítulo 1:

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Lamentó ser tan caprichosa... se que mi existencia te a traído nada más que desgracia, lo siento Adrien, pero no me podía permitir verte en brazos de alguien más.


-Buenos días querido, es momento de levantarse, ya le pedí a la criada que hiciera el desayuno. -Dije mientras abría las cortinas con entusiasmo-


-Chloe basta, no tienes que hacer esto siempre. -Dijo con los ojos entreabiertos-


-No veo el motivo por el cuál deba detenerme, ahora eres mi esposo. -Dije con una sonrisa de satisfacción-


Adrien no dijo ninguna palabra, ni mostró interés en lo que hacía.


Durante el desayuno se mantuvo estático y casí no tocó su comida.


-¡Que te vaya bien en el trabajo! -Dije mientras agitaba la mano despidiendo a mi amado- Te espero para la cena... -Murmuré a la nada-


Ahora estaba sola...



Comencé con mi rutina de belleza, pues quería estar perfecta para él, que el llegará y viera la hermosa mujer que tenía a su lado.


-Señorita Burgeois, su padre está aquí -Dijo el mayordomo interrumpiendo mi baño de barro-


-Ahora soy señora, no olvides que ya estoy casada, como sea, hazlo pasar. -dije algo agobiada-


-Si señora. -dijo retirándose de la habitación-


Mi padre, Andre Burgeois, alcalde de Paris por 4to año consecutivo...


-¡Mi princesa! -Grito al entrar- Lamento no haber podido asistir a tu boda cariño mío, pero en compensación les e mandando a construir una cabaña matrimonial en las afueras de la ciudad, es súper discreta para una pareja que apenas comienza su relación.


-¡No me interesa tu obsequio! ¡Esto no está funcionando! ¡Adrien apenas y me dirige la palabra! ¡estoy harta! -dije casí soltando el llanto-


-Pero cariño, tu me lo pediste, por eso fue que arreglamos el matrimonio con su padre ¿Lo recuerdas?


-Pero el no parece feliz...


-El aún no está acostumbrado a ti, dale tiempo, hasta hace poco te consideraba solo una amiga...


-¿Tu crees que sea eso? -Dije ya con lágrimas en los ojos-


-Si, tu no te preocupes tu sigue siendo cariñosa con él, seguro que el te amará.


Mi padre se tuvo que marchar, pues tenía asuntos por atender.


El día era aburrido, ya no había nada bueno que ver en la televisión y mi rutina de belleza ya había terminado.


-Faltan todavía 2 horas para que el regrese -Dije melancólica-


El tiempo pasó lento, pero al fin llegó la hora de verlo, por fin el volvía...


-¿Como te fue en el trabajo querido? -Me mostré alegre- permíteme que te ayude con tus cosas -dije mientras le quitaba el abrigo- ¡hoy han hecho sushi para la cena!


-Ahora no Chloe. -Dijo y sin más se fue a acostar-


La mansión era muy fría y sombría, siempre había sido así desde que éramos pequeños, sin embargo, cuando el estaba la hacía sentir cálida y llena de vida.


-¿Adrien? -Dije entrando a la habitación-


-Chloe, vengo cansado, déjame en paz.


-Pero cariño, no has cenado.


-No importa, no lo necesito.


-Adri... -me interrumpe-


-Chloe, por favor, salté.


Al final... terminé cenando yo sola y durmiendo en una habitación separada...


-Adrien... lo siento... por obligarte a esto.


Lo Siento '' EN PAUSA ''Where stories live. Discover now