-Lo siento, me casaré
-¿Qué?¿Con quién?
-Con Chloe...
-¿Y nosotros? ¿Por qué con ella? Adrien yo... -Dijo con lágrimas en los ojos- yo...
-Los siento, sabes que no puedo oponerme ante las decisiones de mi padre.
-Pero...
-Lo siento, de verdad lo siento.
Me desperté por los rayos de luz que impregnaba mi habitación, Chloe como siempre de manera muy animosa me había abierto las ventanas desde muy temprano.
-Buenos días mi cielo -dijo mientras me besaba la frente cariñosamente-
No entendía el por qué lo hacía siempre.
-Chloe, ahora no nos ve nadie, no tienes que fingir. -dije marchándome de la habitación-
Podía ver su cara de tristeza mientras me iba de la habitación, no quería verla así, pero yo no fui quién la obligó a esto.
-¡Padre! Has vuelto. -dije muy sorprendido-
-A si es hijo, lamentó que el desfile haya sido el mismo día de tu boda, le pediré a Marinette al rato los detalles de tu boda ¿Como está tu esposa?
-Ella no fue, creí que te la habías llevado contigo a Nueva York, después de todo, es una de tus asistentes más importantes.
-A si que no asistió a tu boda, ella no fue al desfile conmigo poniendo tu boda como pretexto.
-Pues no asistió. -dije friamente-
Mi padre se veía molesto y se marchó sin decir ni una palabra, temía que algo le haya pasado a Marinette, pero también la entendía, sabía que ella no iba a querer asistir a mi boda.
Los días fueron pasando y Marinette seguía sin presentarse al trabajo, mi padre estaba muy molesto, sin duda alguna la iba a despedir.
-Lo siento señor agreste, lamentó mi ausencia, pero sólo e venido aquí para presentar mi renuncia oficial, gracias por darme la oportunidad, pero es momento de que me vaya.
-Tienes mucho talento Marinette, no quiero que lo desperdicies.
-Lo siento.
Fue lo que escuché desde la oficina de mi padre, no quería detenerla, sabía que era lo mejor para nosotros, aún que fuera egoísta de mi parte, de su parte.
Marinette... quiero abrazarte una vez más...
Estaba dispuesto a dejarla ir, pero de la nada mis pies comenzaron a correr hacía ella cuando estaba en la puerta despidiéndose de Nathalie.
-¡Marinette! -grité mientras bajaba corriendo de las escaleras-
Podía ver el gesto de desaprobación de Nathalie, y la cara de impresión de Marinette, no sabía lo que hacía, pero si que era lo correcto.
-No te vayas -dije mientras la abrazaba fuerte- por favor, quédate conmigo.
-Adrien... tu esposa nos está viendo -dijo secamente-
-Lo entiendo... -Dije mientras la soltaba lentamente- que te vaya bien.
-igual -dijo sin más y después se marchó-
Sentía como una parte de mi se hacía pedazos, verla marcharse para mi era desgarrador.
-No puedo creerlo Adrien -Dijo Chloe con lágrimas en los ojos- yo soy tu esposa, no tienes por qué abrazarla a ella.
Chloe se fue llorando a su cuarto, me sentía mal por ella si, pero ninguno de los dos pedimos esto.
-Deberías ir a hablar con ella -Dijo Nathalie rompiendo el silencio-
Decidí a hacerle caso a Nathalie, después de todo era verdad, ahora ella era mi esposa, y nada ni nadie iba a cambiar ese hecho.
-Lo siento, se que no e sido un buen esposo, pero entiéndeme, hasta hace poco solo eras una amiga y yo...
-Lo sé, no pienso presionarte, pero quiero que esto funcione. -dijo aún con lágrimas en los ojos-
-Lo hará -dije mientras le acariciaba la mano-
Pronto cayó la noche, ella se quedó dormida mientras le acariciaba su mano.
-Eres muy linda Chloe, lamentó que nos hayan obligado a esto.
Salí a patrullar, pues mis deberes como Chat Noir aún no acababan y además de eso... deseaba verla...
-Llegas tarde -dije tratando de arreglar la situación-
-Lo siento Adrien -Dijo mientras me entregaba su Miraculous- búscate otra Ladybug.
-¡¿Que?! ¡Olvídalo!, tu eres la única Ladybug, ¡nadie es más digna de usar este miraculous que tú!
-Olvidalo, ya tomé mi decisión
-No pienso dejar que lo hagas, Marinette es la única forma en que puedo seguir viéndote.
-Ojalá hubieras insistido así cuando no querías casarte.
Después de eso ella se fue, dejándome solo...
