𝐀𝐦𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 | ᴷᵒᵒᵏᵗᵃᵉ

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11:32 a.m.

La brisa volaba levemente sus rizados cabellos castaños, la relajación inundaba su cuerpo bajo la sombra de aquel árbol de manzanas tan fresco que se posaba tras el, con el piar de los polluelos y el canto de las aves que volaban cerca del lugar. Perdido en sus pensamientos tan profundos de su ser, el sueño fue llegando rápidamente. Su boina marrón fue descendiendo hasta cubrir su rostro de la luz que le brindaba el sol de la mañana, sin embargo, todo fue interrumpido luego de escuchar tan reconocida voz.

—¿Taehyung?—Preguntó su madre rebuscando por el inmenso campo en el que se hallaban—Amor, el almuerzo está listo.

Descubriendo su rostro y peinando levemente su cabello, se levantó con pereza y frustración para luego caminar en dirección de su madre quien con brazos cruzados le miraba con regaño—Sabes que no puedes estar de ese lado del terreno, te lo he explicado millones de veces, Taehyung-Explicó la mujer.

—Lo sé, pero, estar ahí es tan perfecto, madre. Se me hace tan pacífico y tan relajado que me inspiran a hacer todo posible—Confesó el menor, exclamando cada palabra con pasión.

La mujer suspiró y con una mueca en el rostro posó su brazo en el hombro de su hijo incitándolo a entrar dentro de la cabaña echando una mirada detrás antes de encerrarse en su tan alejada vivienda. El lugar era acogedor, limpio, pequeño pero bonito.

Sus fosas nasales respiraron la deliciosa comida ya preparada y servida en lo que era su comedor. Un plato de sopa y un jugo de manzana.

—Taehyung, ¿Cómo te fue con el maíz de hoy?—Dijo la mayor—Te vi tan bien que supuse que ya habías terminado todo, ¿no es así?.

Tomando un sorbo del jugo y con la mirada vaga en el lugar, pensó rápidamente en la mentira que posiblemente convenciera más a cualquiera mientras se regañaba duramente por dentro al olvidar su deber del día—Sí, por la mañana recogí cada maíz nuevo y cuidé la tierra. Revisé los tomates y al parecer todo bien, por eso al acabar me fui a recostar al árbol—Mintió.

-Bueno, si es así en un rato iré a revisar que todo lo que me has dicho sea verídico, así que si me mentiste, tienes tiempo para hacerlo—Rio y tomó un sorbo de la sopa frente de ella.

Taehyung, con una vergüenza tan grande al ser descubierto, se limitó a solo comer y beber de lo que le habían servido.

4:05 p.m.

Con el rostro bañado en sudor y con un fuerte cansancio, finalmente había acabado todo el deber que anteriormente hacía dicho. Una mano pasó por su frente acompañada de un pañuelo para limpiar un poco de la suciedad de su cara. El calor era abrumante, muestra de sus labores constantes bajo el sol era el bronceado de su piel que a duras penas lucía con una mínimo imperfección que no solía durar mucho tiempo a pesar del nulo cuidado que tenía consigo mismo. Entró al garaje para finalmente guardar los utensilios que usó, poniendo cada caja en su respectivo estante del lugar, sin embargo, su vista captó una libreta que llevaba tiempo sin usar; entre polvo y telarañas, limpió la pasta y la abrió para ver lo que guardaba aquel libro de viejos recuerdos, eran sus apuntes y dibujos de lo que en algún momento fue su sueño infantil e inicios de su adolescencia.

Con duda, colocó la libreta en el lugar que estaba y salió de ahí, sus pies caminaron directo al pequeño espacio al que llamaba "Biblioteca" su madre tenía muchos libros de diferentes temas, desde novelas hasta científicos y estos últimos eran sus favoritos. Taehyung soñaba con ser un botánico, estudiar cada planta que encontrase