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Aquel militar emanaba superioridad, dominancia, rudeza y mucha paciencia. Era un hombre que cualquier compañero de distinto rango podría sentirse intimidado; era alto, fuerte y muy atractivo, claramente esto llamaba la atención de muchas mujeres que conocían a Jeon que siempre se mostraba amable, respetuoso y encantador con cualquiera de ellas y no con el fin de ganarse algo, simplemente fue educado de esa forma por su misma madre.

Jungkook tuvo una vida llena de lujos que aquella época eras considerado de la alta clase, esto tenía sus privilegios como ir al colegio. Ahí fue donde desarrolló un amor y pasión a la redacción y el interés por la literatura. En sus ratos libres llegó a pasar tiempo en pequeñas bibliotecas que le brindaban su poder, ahí fue donde aprendió de grandes obras de muy famosos escritores, también conoció lo que era la mitología griega y como existían dioses para casi todo con bellezas irreales; fueron esos libros que le hicieron creer que quizá existiese algún dios con semejantes facciones.

"—Madre, algún día quiero relatar en mi propio libro cómo fue conocer a un dios griego.."—El pequeño y risueño Jungkook miraba con brillos en sus grandes ojos avellana a su madre quien se colocaba un collar de perlas en lo que se observaba a través del espejo-

Cariño, los dioses griegos no existen, es solo un mito y una ideología antigua—La mirada del pequeño comenzaba a apagarse al igual que el brillo de sus ojos—Además que no deberías pensar en esas cosas—Acarició el castaño cabello del niño—De grande serás como tu padre, Jungkookie-Afirmó"

Conforme el tiempo pasaba y Jeon crecía era obligado a practicar cosas que un niño a tal edad no debía. A los quince años fue llevado a un centro de entretenimiento para menores de edad donde confirmó lo dura que puede llegar a ser la gente; varios compañeros solían molestarlo por su baja estatura o por lo "poco hombre"que se veía. Los pocos descansos que solía tener aprovechaba para leer algún libro que se llevaba consigo a escondidas, a veces solía escribir pequeños textos y eso era motivo de muchos abusos hacia el.

Era solo un niño que aún buscaba cariño maternal.

Residencia Jeon, 3:20 pm

El gran cuerpo uniformado de Jungkook cruzaba por la inmensa puerta del territorio Jeon, ese día necesitaba ir en busca de unos documentos para su próximo evento. Con cuidado removió sus zapatos y se dispuso a entrar en el hogar, pasando por la sala en dónde se detuvo por la ligera voz de su madre.

—Hola, Jungkook-Saludó la alta y elegante mujer que reposaba en uno de los grandes sillones del lugar—Queremos hablar contigo sobre tu matrimonio y en algunos preparativos que hemos visto y creemos que serían muy lindos para la decoración—Habló.

—¿Es muy necesario verlo ahora? Puedes platicarlo con Annie, quizá a ella le interesa más que a mí—Dijo retomando sus pasos en dirección a la planta alta—Por mi pueden usar lo que ustedes quieran—Subió por las grandes escaleras caminando a una de las 6 recámaras que habían, una en específico era su destino.

Se adentró al dormitorio y su mirada estaba fija en la gran y suave cama, muy tentadora a su favor; sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre ella para luego hundir su rostro y oler el exquisito suavizante que su madre usaba.

Cerró sus ojos por unos minutos con la intención de conciliar el sueño durante un pequeño lapso de tiempo.

Inmediatamente a su mente llegó Park Annie, su prometida. Una mujer muy atractiva, alta, delgada y un cuerpo perfecto a lo que se le denominaba "Creación de Dios", es lo que constantemente Jungkook escuchaba cuando salían a las calles como pareja, debía aceptar que Annie era exactamente lo que describían, también que era muy amable, servicial y con un gran corazón. Era la mujer ideal, una diosa. Pero, Jungkook no lo veía así, ante sus ojos era una chica cualquiera y en este caso, su prometida.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2021 ⏰

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𝐀𝐦𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 | ᴷᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora