= KiriBaku Week 2021 = BNHA

= Sin Día Libre =

Notas:

◇ Temáticas: Pro heroes / Futuro (27-28 años)

◇Artista: @nanama_a en Twitter

Kirishima subió apresurado al auto de su prometido, quien llevaba esperándolo aproximadamente cinco minutos afuera de su agencia. Después de saludarse con un fugaz beso y ponerse el cinturón de seguridad, Bakugo echó a andar el carro.

Resultaba ser que justamente los viernes a Katsuki le daban el día libre en su trabajo; por su lado, si Eijiro lograba terminar con sus pendientes rápido, podía salir más temprano de la agencia y así, disfrutar de una romántica velada los dos juntos.

Mientras el cielo de la ciudad se pintaba de tonos naranjas, morados y rosas, Kirishima disfrutaba ver ese espectacular atardecer paseando entre los grandes edificios cristalizados de la ciudad. Bakugo también sonreía discretamente cuando desviaba sus ojos del camino un par de segundos para contemplar al pelirrojo con la radio sonando de fondo.

Kirishima decidió desconcentrarse de la vista un rato y con ternura preguntó:

— ¿A dónde iremos a comer?

— Realmente no planee nada, así que te toca escoger a ti — Eijiro se quedó en silenció unos instantes mientras golpeaba su pulgar contra su barbilla y volteaba sus ojos en todas direcciones.

— ¡Ahhh! No se me ocurre nada, dame opciones por favor.

— Está bien, que tal... ¿Pizza?

— Ugh no, mucha grasa y siempre pedimos cuando no tenemos tiempo para cocinar — el rubio cenizo se le quedó mirando con algo de confusión e ironía en su sonrisa — bueno, cuando tú no tienes tiempo de cocinar.

— De acuerdo, de acuerdo ¿Hamburguesas?

— Es el mismo cuento que con la pizza.

Katsuki sacudió un poco su cabeza apretando ambas manos en el volante con la intención de calmarse; un cosquilleo molesto empezaba a sentirse en su frente, pero no quería perder los estribos con tanta facilidad.

— ¿Te gustaría ir por Sushi?

— Mhm ¿Qué no te aburres del sushi?

— Entonces ¿Comida mexicana? — ya era algo evidente su desesperación, pero podía controlarlo si respiraba bien.

— No, la salsa de los tacos pica demasiado, no lo soporto.

— Kiri, cariño.

— ¿Si?

— ¡Elige de una vez maldita sea!

— ¡Lo siento! — se disculpó nervioso, nuevamente se quedó callado mientras mil y un opciones pasaban por su cabeza intentando decidirse por la correcta; después de un momento sus ojos se abrieron emocionados — ¡Ya se! Vamos por...

Varias detonaciones que parecían provenir desde la calle siguiente interrumpieron al pelirrojo y ambos se pusieron alerta; más balazos y gritos desesperados comenzaban a surgir entre una estruendosa alarma de seguridad.

— ¿Qué crees que esté pasando? — preguntó Bakugo.

— Hay un banco en la esquina, estoy casi seguro que es un robo.

La pareja se volteó a ver por unos segundos, entre bufidos decepcionados y rodando los ojos Kirishima tomó la maleta azul que siempre llevaban en el asiento trasero del auto, este tipo de emergencias ya se habían vuelto más habituales de lo que les gustaría.

— ¡¿Es en serio?! ¡¿No podrían dejarme descansar un jodido día por lo menos?! — se quejaba el rubio mientras se colocaba su antifaz y de la maleta sacaba partes cruciales de su armamento, puesto que no podría colocarse todo el traje a tiempo.

— Lo sé, lo sé, es frustrante

— ¡¿Cuántas citas nos han interrumpido ya?! ¿23?

— 27 — respondió Eijiro en un suspiro colocándose la manga que le faltaba.

También estaba cansado pero su deber como héroes era ayudar aun si no estaban en horas de trabajo. A punto de salir del auto varias patrullas se escuchaban a lo lejos entre los disparos incesantes; Katsuki volteo a ver a su prometido con unos ojos suplicantes que pocas veces mostraba.

— ¿Crees que podríamos dejárselo a la policía esta vez?

— ¡Bakugo!

— Solo era una sugerencia, siempre tenemos que resolver lo que esos inútiles deberían hacer.

Eijiro lanzó una mirada amenazante al rubio, cada que lo veía de esa manera Katsuki sentía que estaba siendo juzgado por todos sus pecados y no le quedó de otra más que salir del auto.

Cuando por fin pudieron volver a su vehículo la noche y su oscuridad los rodeaba. Ambos regresaron cubiertos de polvo y sudor además de morirse del cansancio; Kiri sentía como su pierna sangrante punzaba, afortunadamente aunque no le dio tiempo de endurecer su muslo con su quirk, la bala solo había rozado la piel sin incrustarse. Por otro lado Bakugo no había recibido ninguna herida, pero la magnitud de las explosiones logró romper su aparato auditivo izquierdo y hacer que su nariz sangrara un poco.

Sin decir otra palabra Katsuki encendió el auto y emprendió camino a casa, lo único que quería era llegar a su departamento, atender la herida de Kirishima, limpiarse y dormir. A mitad de camino el pelirrojo sintió como su estómago demandaba atención y en un pensamiento inocente pensó que preguntar "¿Y qué pedimos para cenar?" sería buena idea. Esas últimas palabras fueron lo que faltaba para terminar con el gramito de paciencia que le quedaba a Bakugo sabiendo que esa elección resultaría casi imposible.

A mitad de un semáforo rojo apagó su otro auricular y con fuerza recostó su frente en el claxon provocando un pitido inaudible para él, frustrante para los demás y algo gracioso para Eijiro quien trataba de contener la risa siempre que hacia desesperar a su novio pero después de tantos años juntos sabía cómo calmarlo.

Antes de que la luz se pusiera en verde, Kiri acercó sus labios a la mejilla del rubio y acariciando su cabello le robó un beso; la pequeña acción consiguió que Katsuki volviera a respirar profundamente y continuara con el camino un poquito menos estresado, sabiendo que el pelirrojo estaba a su lado y ninguno había sufrido un daño mayor lo demás era insignificante.

FIN