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Entré sonoramente en mi casa y cerré la puerta tras de mi.

-Mamaaaaa ya estoy en casaaaa!-grité a pleno pulmón, mientras dejaba caer mis llaver en la mesa de la entrada.

-Estoy arriba!- oí que dijo.Seguramente estaría trabajando algo en su estudio.

Entro por el arco del salón que da a la cocina,y me acerco a la encinera,sin quitarme el abrigo ni la mochila.

Abro la caja de chocolate y me cojo un buen trozo.

Mmmmm mi tesoro.

-Si sigues así te vas a poner gorda -mi encantador hermano pequeño,Nair,cada dia me demuestra más lo sumamente inteligente que es.

Y simpático.

-Oh,pierdete Nair -dije,haciendo un gesto con la mano,mientras guardaba la caja de chocolate.

-No te da miedo ponerte gorda? -dice.Me acerco a él y le doy un buen mordisco al chocolate.

-La verdad es que no -contestio, a dos pasos de la salida de la cocina,donde está él.

-Pies no vayas al zoo -dice.Yo frunzo el ceño. Pero y este niño?

-Que? Porque? -digo, esperando a que se explique.

-Por si te congunden por morsa -dice,antes de hacer una sonrisita malvada y salir corriendo.

Mi brazo a llegado demasiado tarde para agarrarlo.

-Nair! Te vas a enterar! -grité,saliendo de la cocina.

-No,de eso nada,o le diré a mamá!- gritó el,desde el pasillo.

Maldito crio.

Como si de un tiranisaurux rex se tratase,subo las escaleras de madera con mucho ruido.

Mi piso es algo parecido a un duplex.

Cuando la señora del piso de arriba,Doña Carmen,falleció,mi madre acordó con el hijo el comparle la mitad del piso.

El hijo accedió ,ya que ni el ni él resto de su familia vivian en la ciudad.

Mas adelante,unas escaleras,y ya teniamos,un estudio para mamá, una sala,y un cuarto de baño más.

Abrí la puerta del estudio de mamá y me deslicé dentro.

-Hola mami!-exclané, entrando,esquivando las esculturas,los plásticos y los lienzos,que parecian estar por todas partes.

-Cata! -exclamó,levantando la vista de su figura de barri y sácandose las gafas.

Eran esas de plástico que se usan para trabar,que te tapan media cara,y se atan con una goma a la cabeza.

-Hola cariño,como fue el día?- duce,mientras yo le doy un beso en la mejilla.

-Agotador -respondo,rodando los ojos. - Y nair me llamó morsa -añadí,poniendo cara de emfurruñada.

-Luego hablo con él -dice,con esa sonrisa de medio lado que wolo le sale a ella.

-Yo lo castigaría sin postre -sugerí.

-Me parece una buena idea -sonrió,a lo que yo la imité.

Por algo adoraba a mi madre.

-Mamá Laura vendrá luego para hacer tarea,sí? -dije,mientras daba la vuelta a su mesa.

En algún momento fue blanca,pero ahora esta manchada por infinidad de colores.

-Claro, pero no os enrroyeis.Los Wilson vienen a cenar. -dice,volviendose a colocar las gafas.

-Oh,esta bien -digo. Tampoco es nada nuevo.Los Wilson andan siempre por casa,ya estabamos acostumbrados.

-Me parece que no me has escuchado bien -dice, subiendo por un segundo la mirada.-Viene la familia entera.-

Termina. Entonces lo entiendo.

Venian todos a casa.Él incluido.

Normalmente solo se pasaban los padres por nuestra casa, ni el ni su hermana venian con frecuencia.

Su hermana se llamaba Emma, tenia casi 26 años.

Era una chica muy guapa,con un bonito pelo color crema,y un novio con el que iva bastante en serio.

Se me hacia raro que vinieran todos a casa.

Pero bueno, por mucho que me extrañase no ivan a dejar de venir.

Asentí con la cabeza.

-Oh, vale,no hay problema- dije,miebtras me giraba y me dirigía a la parte trasera de la habitación.

Una vez allí, Me colgué por la barra de bomberos agilmente y bajé de nuevo al primer piso.

Ah, olvide mencionarlo?

Tengo una barra de bomberos en mi casa.

A mi padre le pareció una buena manera de bajar rápidamente al piso inferior.

Y a my, simpletemnte, me encanta.

Me escurrí hasta el suelo y di saltitos hasta mi habitacion.

Abri la puerta y entré,privando al mundo de lo que se escondia ahi dentro.

Mi paraiso.

Hay algo mas privado que tu propia habitación?

No lo creo

Es tu mubdo,tu refugio,donde siebtes que estas segura y a la que puedes llamar tuya... es fantástico.

Dejé la mochila encima de la silla y me quité la cazadora.

Me dirigí a la ventana y la abrí,oara que entrara un poco del calor del sol.

Pero las cortinas,siempre cerradas.

No se me olvidaba que tenia a un sexy vecino en la ventana de enfrente.

Me tumbé en la cama, y saqué mi telefono.

Me puse a escuchar música hasta que sonó el timbre.

-Yoo vooooy -grité,camino a la puerta.

si, se me da muy bien eso de gritar en mi casa.

Abri la puerta principal,esperando que sea Laura, pero me encontré con la cabeza castaña de mi padre.

-Hola cariño! Verás,ne olvidé las llaves y...-ni le dejé acabar,me hice a un lado de la puerta y bufé.

El me miró divertido.

-Vaya una forma de recibir a tu padre -dice,con una media sonrisa.

-No es eso papi,esque pensaba que eras Laura -contesté,pero antes de cerrar la puerta un pie se puso en medio.

-Esa soy yo -dijo la dueña del pie.

Sonreí y le dejé entrar.

-Hola fea -dijo.

-Hola -le respondí  La agarré del brazo y la arrastré por el pasillo.

-Ven,vamos a mi cuarto! -exclame, tirando de ella

Ella solo reía.

Adelante CatalinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora