1958
Londres.Enamorarse era una fantasía.
Algo exagerado, romantizado, descabellado, bastante idealizado. Enamorarse era todo, menos
realista. Eran cuentos de hadas que solía leer y simples historias cortas que llegó a escuchar
cuando era un niño. Era un muro de cristal que todo el mundo ponía enfrente de su larga
relación para hacerla parecer perfecta.Enamorarse era todo, menos algo perfecto.
Al menos para Jungkook.
Él creció alrededor de una familia que todos los días se desmoronaba como migajas de una
pared pintada con pintura barata. Su madre despreciaba a su esposo, quien la detestaba
también. Estuvieron juntos por años y años. Claro, infelices. Insatisfechos. Imperfectos. ¿Por
qué seguían juntos? Jungkook nunca lo supo, jamás les pregunto. Simplemente, lo entendía: El
amor nunca dura."Oh, él es muy tranquilo," Jungkook escuchó "No habla demasiado, lee mucho y casi siempre
esta trabajando, muy rara vez está en casa."Jungkook se mofó de sí mismo, de pie junto a la puerta. ¿Qué tiene de malo ser tranquilo?
Había escuchado esas palabras siempre, desde que era un niño: hablas muy poco, abre la
boca un poco más, deja de ser tan aburrido.Y es que, leer era el único escape que tenía a todo lo que le rodeaba. Y su trabajo... su trabajo
lo mantenía ocupado. De -de todo a su alrededor. De sí mismo, quizá."¡Creo que en realidad es bastante encantador! Nunca dice malas palabras, siempre es
educado. Además, es muy inteligente, por todos esos libros que lee. Trabaja en un despacho
de abogados. Si, el que esta cerca del centro."Jungkook siguió escuchando, eso lo hizo relajar los hombros un poco. Así que, no es... el peor.
Jungkook estaba de pie en la entrada de aquella casa, de quien no estaba seguro quien era el
dueño. De hecho, por el ultimo par de semanas, no se sentía muy seguro de muchas cosas. Se mudó a Londres hace solo un mes. Apenas comenzaba a instalarse en su nuevo hogar, y
ahora había sido traído a la fuerza a la casa de sus vecinos. La estruendosa charla se
escuchaba desde la sala, mientras Jungkook miraba alrededor, disfrutando de su estética
moderna. Era bastante grande, lo que le hizo cuestionarse sobre el número de personas que
vivían ahí.Afuera llovía muy fuerte. Estaban en Londres, por supuesto. Era noche, alrededor de las 8.
Jungkook vió un tocadiscos de vinilo en una pequeña mesa de madera, que estaba contra la
esquina de la pared, la cual parecía bastante fina. Colocó suavemente la punta de sus dedos
sobre el disco, tocando despacio sobre la ruleta, cuando de repente-"Es Little Richard" escuchó decir a una voz profunda, lo que le hizo voltear al instante, un
escalofrío recorriendo su espina, sobresaltándolo "Impresionante, ¿no crees?" continuó,
refiriéndose al vinilo en el tocadiscos.Los ojos de Jungkook se agrandaron por unos segundos, era como si de repente hubiera
olvidado como articular palabras con las cuerdas vocales en su garganta. Habla. Jungkook por
un momento olvidó como hablar. El hombre de pie frente a él era alto. No mucho mas alto que
Jungkook, pero se veía mucho mas grande. Mas ancho. Su cabello dorado caía delicadamente
sobre su rostro, era ligeramente largo, con algunos mechones enredados en la parte posterior
de su cuello. Vestía una brillante camisa roja y pantalones."Bueno," el hombre habló seriamente, mirando a Jungkook, quien seguía ahí, estupefacto. "¿Se
te perdió algo?"No, señor" Jungkook dijo, y... ¿señor? ¿Por qué le dijo señor? Ese hombre parece apenas un
poco mayor que él. Jungkook maldijo a su subconsciente por hacerle decir eso en voz alta. Los
hombres dominantes y autoritarios siempre lo habían intimidado por razones desconocidas.
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Somebody to love Taekook /愛せる誰か/
Fiksi PenggemarEnamorarse de un hombre durante los años 50 nunca fue algo que Taehyung o Jungkook hubieran imaginado. Especialmente cuando ambos estaban casados con sus hermosas esposas. O, la historia de dos amantes que nunca fueron el uno para el otro, pero e...