Tocando fondo

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Armando se encontraba sumido en una profunda depresión, desde que se enteró que Betty, su Betty ya no le pertenecia, cuando asumió que ahora era Daniel quien disfrutaba de sus dulces besos, de su suave piel y de su amor tan puro comenzó a salir a bares a beber toda la noche, comenzó a salir con mujeres, con muchas mujeres pero ninguna llenaba el vacío que Beatriz le dejó.

Un día estaba en una discoteca, sentado en el bar, comenzó a beber y vio a una chica bailando con una amiga, se veían muy alegres.

Después de un rato Armando se le acercó para mirarla más detenidamente, la encontró parecida a Betty, tenía algo en su rostro que se la recordaba, pero no sabía que era.

A. Hola señorita, le gustaría bailar conmigo?

X. Si, claro. Dijo ella con una gran sonrisa.

Ambos comenzaron a bailar, ella bailaba muy bien, tenía mucho ritmo y era muy sensual, Armando no dejaba de mirarla y recordaba cuando sacaba a Betty a este tipo de lugares, cuando más que bailar ella solo quería abrazarlo y sentirlo.

A. Dios, por qué no aproveche ese tiempo que tenía con ella para responderle los abrazos de manera genuina, fui tan estupido pensaba.

X. Y... cómo te llamas, le preguntó ella mientras bailaba, sacándolo de sus pensamientos.

A. Armando Mendoza.

X. Yo me llamo Verónica Murillo.

A. Y qué edad tienes Verónica?

V. 23 y tú?

A. 30

Alcanzaron a bailar dos canciones.

A. Bueno Verónica fue una delicia bailar contigo, pero me iré al bar a continuar bebiendo, tú puedes ir con tu amiga que quedó sola, o si quieres sigue bailando.

Después de eso Verónica no dejó de observar a Armando, obviamente algo le pasaba, se veía muy atormentado y no dejaba de beber.

A. Carlos, sirveme otro whisky.

C. Esta seguro Don Armando, esta ya sería la tercera botella, no se si deba seguir tomando.

A. Carlitos, le agradezco su opinión, pero no recuerdo habérsela pedido, yo solo le pedí otro whisky.

C. Esta bien, el cliente manda.

A. Muy bien Carlitos.

V. Armando, estás bien?

A. Betty mi amor, qué haces aquí, este no es un lugar para ti.

V. Armando me confundes, yo soy Verónica no Betty, estas bien? cómo lo harás para irte a tu casa? estas muy ebrio.

A. Pues no mi joven amiga, aún me falta mucho para estar como quiero estar.

V. Y cómo quieres estar?

A. Muerto, pero muerto de verdad, ya no soporto esta tortura y quiero beber para dejar de pensar, para olvidar todo.

V. Sabes este local ya lo van a cerrar, te parece si compramos la botella y te llevo a tu casa, así sigues bebiendo allá, más tranquilo y relajado.

A. Tienes toda la razón mi querida Vero, Carlitos me llevó la botella, no sabe qué,  mejor dame otra más.

Verónica lo ayudó a pararse y lo llevó casi arrastrando hasta el auto, luego condujo hasta el departamento de Armando, no sin antes hacer varias paradas para que él vomitara.

Llegó al departamento de Armando lo acostó en el que supuso era su cuarto y se quedó cuidándolo durante toda la noche ya que le daba miedo que se ahogara mientras dormía.

Armando despertó a eso de las 11 de la mañana, lo último que recordaba era estar bailando, en su velador encontró una nota que decía:

"Armando yo no sé cuál es tu motivo para querer morir, pero si el destino o el cosmos te puso en mi camino debe ser por algo, si necesitas hablar con alguien que no te juzgue llamame.  Verónica M.

Pd. Me tomé la molestia de anotar mi número en tu celular"

Armando no recordaba bien lo que había pasado así que llamó a esa mujer.

A. Aló? Hablo con Verónica.

V. Sí con ella, yo con quién hablo?

A. Con Armando Mendoza, resulta que encontré una nota en mi velador.

V. Armando que bueno que me llamas, estaba muy preocupada por ti, cuando me fui esta mañana de tu departamento no sabia si estarías bien o no, ahora estoy más tranquila.

A. Te quedaste conmigo toda la noche?

V. Si claro, no lo recuerdas?

A. La verdad es que no... y... paso algo entre nosotros? Nos acostamos?... perdona pero no recuerdo nada.

V. Nooo, como crees, yo solo te llevé a tu casa porque estabas muy mal anoche, y me quedé para cuidarte, pero no pasó nada entre nosotros, luego en la mañana me fui temprano porque tenía que venir a trabajar.

A. Aa bueno gracias, y perdona las molestias.

V. Noo tranquilo, y recuerda que lo que necesites me llamas, de acuerdo? Cuidate, adiós.








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Hola mi gente hermosa, decidí incluir a Verónica Murillo, simplemente porque la amo.

Para los que no la conocen aparece en "perro amor".

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