No, nadie más que yo me hará el bien...
mi camino haré... la sangre en mis venas va y hay fuego en mi mirar, ahora es momento de avanzar...
no hay tiempo para acobardarse, no hay tiempo para llorar
El nesecita de mi... y cuando lloré ahí estaré, si...
¿Te has dado cuenta? Cuando la gente te dice que has cambiado, es sólo porque has dejado de actuar como ellos quieren que seas
* Varias cámaras apuntaban directamente a una bella mujer parada en lo alto del auditorio, esta era rubia de ojos azules, vestia modestamente pero lejos de ser vulgar solo le daba un aire de suavidad, su presencia siempre traía tranquilidad, paz a todo aquel que se involucraba con ella
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Su nombre era Shion Fukanawa, era algo joven pero sus logros eran extraordinarios, su fama hablaba por si sola, se especializaba en la medicina, y Ciencia, habia interactuado en muchas operaciones saliendo exitosas en sus delicadas pero precisas manos, también con ayuda de su guía universitario habían desarrollado varías curas para el campo medicinal trayendo fama y admiración hacia ella, nadie dudaba de sus logros ni de su capacidad.
Hablar con ella era satisfactorio, muchos científicos y doctores aseguraban que ella era la madre de la medicina, su capacidad era enorme a una edad de 25 años, su país estaba bastante orgulloso por tener un genio entre sus filas con la capacidad de salvar innumerables vidas con su genio.
* * La Conferencia había terminado con tranquilidad y satisfacción para todos, Shion bajo del auditorio y fue directamente en la dirección donde una adolecente idéntica a ella la esperaba, esta era shieh, su hermana menor, la razón a el esfuerzo de shion, ambas solo se tenían una a la otra, perdieron sus padres a una edad temprana, siendo shion con nueve años la mayor y shieh con dos años, se tuvo que encargar de su hermana siendo ella aún pequeña también.
Por fortuna los difuntos empleados de su casa las criaron tanto como podian por la lealtad que les tenian a sus padres, para shieh su hermana lo era todo, estaba orgullosa de la mujer que era ahora, aunque shion era apasionada con la medicina, ella era diferente a su hermana mayor, a ella le gusta el arte, sus cuadros también eran bastante famosos y no la hacían inferior a su hermana
Ambas se dirigieron a su auto, tenían un conductor que las esperaba pacientemente, el camino de regreso a su casa estaba llendo normal, su charla era bastante animada entre ambas hermanas
Shieh- vamos, una vez más que los miremos no matará a nadie_ insistió la menor a su hermana quién solo sonreia con cariño en su dirección, shieh admiraba la facilidad que tenia su hermana para retener su fuerza, shion podría ser amable y con una presencia limpia pero también sabia que cuando se enojaba era mejor pedir clemencia, ella era la fiel representación de que las personas calmas son las mas peligrosas, las personas obligaron a su hermana a ser así, muchas veces han intentado lastimar la o secuestrar la, por lo que se vió obligada a saber defenderse como Dios manda para jamás verse nuevamente en problemas y dejarla sola
Shion- no digo que sea un problema el que te guste esas artes japonesas, la cuestión es que ya viste suficientes veces esos dos animes cuantas veces fueron ya 8?_habló divertida, su hermana menor era una otaku de clóset, solo cuando estaban en su casa mostraba ese lado, y obviamente ella se vió arrastrada a eso por su hermana
