Capítulo 4

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~Me han hablado mucho de ti~

Llegamos a casa y abrí la puerta dejando pasar a Millie primero. Cerré, y guie a Millie a la barra del comedor para poder presentarle a mi mamá. 

MILLIE

Entramos y me dispuse a observar el interior de la casa, en sus paredes había un color durazno, creando que la luz natural que entraba por las ventanas iluminara la planta baja.

-hola ma- dijo Finn
-hola hijos, oh, ¿y ella? ¿ella es Millie?- dijo la señora 
-si, mucho gusto- hablé
-el gusto es mío, soy Mary- me dio una sonrisa -la comida está casi lista, espero que te guste el pollo relleno- 
-no lo he probado, pero suena delicioso- dije sonriendo
-vamos a mi cuarto a empezar el proyecto- dijo Finn

FINN

Tomamos las mochilas, y le dije a Millie que subiera las escaleras.

-Finn- dijo mi mamá antes de que me fuera -deja la puerta abierta- al principio no entendí por que decía eso, luego lo capté, ¡solo tengo catorce! la miré serio y me dirigí a las escaleras

Millie estaba parada afuera del cuarto

-pasa- le dije abriendo la puerta, que solo estaba entrecerrada. 
-azul- escuché que susurró
-¿Qué?- pregunté
-azul, supongo que es tu color favorito ¿no?- yo asentí
-puedes dejar tu mochila aquí- dije señalando un rincón

MILLIE

Finn me dijo que podía sentarme en lo que iba al otro cuarto por los libros.

Recorrí la habitación. Su cama estaba pegada a una de las paredes, tenía dos repisas llenas de Legos, luego su escritorio con una repisa más en la que se encontraban libros, en frente de su cama un mesa pequeña con una televisión mediana con videojuegos apilados y una patineta, en un esquina estaba su telescopio y una mesa redonda con unos papeles encima. Los tomé por curiosidad, esperando que Finn no se enojara. Era una libreta.

-¿Millie?-
-oh, perdón, yo no quería...¿dibujas?- pregunté dándome vuelta con la libreta en manos
-am, un poco...no es la gran cosa- dijo Finn un poco incómodo

FINN

El único que había visto mis dibujos había sido mi padre.

-¡que no es la gran cosa! son increíbles ¿tomas clase o algo así?-
-no en realidad, mi papá me enseñó. En Vancouver, salíamos los fines de semana a dibujar-
-¿en pasado? ¿ya no lo hacen? digo aquí hay lugares muy bonitos- preguntó Millie
-no...ya no podemos- dije un poco triste

MILLIE

Ahora entiendo todo, en el colegio nunca mencionaba a su papá, en la casa no había rastro de portafolios o algo que indicara que él estaba ahí, pero tampoco estaba vacío, había fotos, una de ellas en la mesa de noche de Finn, por lo tanto sus padres no podrían estar divorciados. Era otra cosa.

-lo siento...no sabía- me disculpé cuando entendí porque ya no lo hacían
-está bien, no te preocupes-
-gran telescopio- dije tratando de cambiar de tema -¿tienes los libros?- Finn asintió

Continuamos con la investigación, dejando de lado el tema acerca de los dibujos.

...

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