EL ABISMO TRAS TU OJOS

DESINTERES

La misión duro un mes, habían tenido una batalla bastante dura hace diez días y por ello se preguntaba, ¿Cómo estaba el Uchiha? ¿Estará bien? Seguramente ya se habrá ido, ¿Por qué seguiría allí? No hay razón

– ¿Irás con Hinata? – pregunto Tenten con una sonrisita burlona

– No – negó con seriedad – iré a entrenar – desvía el tema, tomando la dirección hacia la mansión Hyuga, no es su deseo presentarse; lamentablemente debe hacerlo, aunque no lo quisiera

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– Lord Hiashi – saludo ocultando la comodidad estaba sintiendo

– Neji – rumio el hombre con fastidio, aunque lo oculta – Justo a tiempo, quisiera que ayudarás a Hinata con su entrenamiento –

Neji abrió los ojos, sin poder esconder su sorpresa, mientras los recuerdos inundan su mente

– ¿Por qué? – pronuncio apenas – podría hacerle daño – siseo despacio, quiere negarse de nuevo

Tiene miedo y no ayuda para nada el hecho de que la princesa le tema

– No – niega con fastidio – debes subir de nivel de entrenamiento... justamente por ese miedo – gruñe perdiendo la poca paciencia que aún le queda

– Pero su miedo es más grande – intenta justificar, no quiere hacerle daño.... Las palabras de Naruto se filtran como si fueran para el

– No puedes – negocio paciente, mirando la frente del menor – aunque quisieras, no podrías – aseguro dejando de verlo

Al escuchar esas palabras tan determinantes, sintió como su marca quemaba, su cerebro explotara en cualquier momento... por el insoportable dolor; cayó de rodillas al no poder sostener por más tiempo su cuerpo, con impotencia extrema apretó fuertemente los dientes, sin levantar la mirada... sintiéndose por millonésima vez, sólo una marioneta, ¡una maldita marioneta!

Mordió su labio inferior para dejar esos pensamientos oscuros que supuestamente Naruto ya había alejado de él.

– Sí señor – acepto recuperando un poco la compostura

– Tu trabajo será convertirla en la mejor líder que haya tenido este clan – ordena ignorando el dolor del muchacho – me hubiese gustado que la siguiente líder fuera Hanabi, siendo que tiene más talento de su hermana... Hinata, heredera la primogénita... no hay remedio – murmura, sus palabras no eran para el menor, sino para su mismo – puedes retirarte – habla sin siquiera dedicarle una mirada

El menor no fui capaz de pronunciar una sola palabra más, estaba muy mareado se sostenía de pie por pura fuerza de voluntad

– Por cierto, deja de buscar al Uchiha, rumores de ti buscando vuelan rápido – advirtió mirándole por sobre el hombro

– No le he visto hace meses – miente con naturalidad, pero no le ve los ojos, aún puedes sentir su cuerpo temblar

Lord Hiashi está satisfecho con la respuesta

– no quiero escuchar ningún rumor de los dos reuniéndose... no te quiero involucrado con ese delincuente – advierte sin entusiasmo

Allí... se retira rápidamente y desobedece tan pronto como sus pies responden a él; y una vez fuera de la mansión, salió a toda velocidad, corrió por los techos de la aldea con una simple intención de alejarse tan pronto como fuera posible