EL ABISMO TRAS TU OJOS

TORMENTA SCARLATA

Estaban descansando después de una larga pelea, prácticamente se enfrentaron a un ejército de ninjas; algo común en estos días

Sasuke mira los cuerpos de los ninjas, aun no es suficiente, es muy débil; quizás debió aceptar a Orochimaru; ja, los hubieran no existen, el tiempo es absoluto, no puedes regresar en el tiempo y cambiar tus decisiones, aun si pudieras nada garantiza que no cometerás errores

Cerro los ojos, debe dejar esos pensamientos pesimistas

Shiwon, dejó salir un suspiro, es agotador, al mismo tiempo divertido al estar en compañía, solo no sería lo mismo

– Son buenos – halago el señor feudal con sorpresa, no imagino que esas dos personas fueran tan fuertes, es claro que aún son niños – ¿cuáles son los nombres? – pregunto interesado

Paso bastante desde la última vez que vio tanto talento, por ello le preocupa también que sean un peligro, aunque el hecho que no pertenezcan a Akatsuki es un alivio inmenso, no llevan esa ropa característica

– Somos Fallen – dicto el peliblanco desde su lugar – soy Shiwon y el Saihatomi – presento con una sonrisa torcida

Puede imaginar los pensamientos de ese hombre

Sasuke no hizo nada, aun veía su obra; cuando sintió un fuerte choque que lo hizo tambalear; uno que casi lo tumba, obligándolo a retroceder dos pasos

– ¿Qué ocurre? – pregunto el señor Feudal mirando la repentina palidez del azabache

– Señor – llamo uno de sus acompañantes – no debería confiar en estos – los miro con desprecio al obtener la atención del señor Feudal

El joven azabache solo sonrió con soberbia, es tan interesante cuando siempre te subestiman

– Él está bien, no debe preocuparse – contraataco ocultando su preocupación, al mismo riéndose del hombre – ¿el trabajo es nuestro? – pregunto mirando el campo de heridos

– Es un trato – acepto el señor, eran solo unos niños, pero bastante poderosos, ¿Cómo no supo de ellos antes? Fallen, jamás escucho de ellos – ¿De dónde son? – pregunto curioso, ellos no son parte de Akatsuki, una ganancia, quizás puedan trabajar para a su servicio

– De ningún sitio – respondió el peliblanco, dándose la vuelta para irse

– Señor – insistió el sirviente preocupado por su ciega confianza en los desconocidos, y mucho más con semejante poder, podían ser peligrosos para ellos

– Mira con cuidado – señalo el entorno, había al menos una decena de ninjas cuidando de él.

El fiel siervo no comprendió si el señor feudal se refería a lo protegido que estaban o que se podía confiar en los extraños porque aún estaban vivos

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Unas horas más tarde

Se les entrego una habitación, mañana partirán como guardas del señor Feudal en su viaje por diferentes regiones hasta la aldea de la arena

– ¿Qué te ocurrió? – pregunto Shiwon ya en la privacidad de su habitación, viéndolo aun pálido

– Mi clon de Konoha volvió a mí – respondió estirándose un poco, mucha información para asimilar, demasiadas emociones fuertes, se dejó caer en la cama le duele un poco la cabeza y está bastante mareado