Prólogo

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El pasado invierno no había sido fácil. Los copos de nieve cayendo incesantes sobre las bancas, los autos, incluso las personas que caminaban en las calles. Incluso yo...

Y el invierno anterior, tampoco había sido fácil. No era fácil desde hace casi cinco años. Cuatro años y trescientos cincuenta días para ser exactos. Así es, yo llevaba la cuenta de todos y cada uno de los días que no era fácil. No era fácil desde que Louis se fue. O más bien, cuando lo abandoné.

No se si la palabra abandono era la correcta para lo que tuve que hacer. Yo deje a Louis, sí. Yo lo abandoné. Teóricamente, por supuesto.

Y por supuesto, Louis no podía recordarme.

Nunca lo hacía, cada cierto tiempo.

La sensación de ser olvidado es  uno de los peores sentimientos. Y sobre todo, cuando te olvida alguien a quien realmente amas.

Fue mi decisión abandonarlo. Porque no podía aceptar que él me olvidara. Que él no me reconocieraQue no supiera que yo era la persona que más lo amaba en el mundo. Que era la persona que le sacaba las más lindas sonrisas que nadie ha tenido el placer de escuchar jamás. Que era la persona que más necesitaba.

Rotunda y locamente.

Eso era para él.

Pero de un momento a otro él no me reconocia y yo... yo no podía cargar con eso.

Entonces el invierno no era fácil. El viento soplando incesante. Y ahora no hay personas en las calles de Paris porque oscurece.

El cielo oscurece poco a poco al igual que mi corazón lo hizo en su momento. Las calles estan vacías de personas pero repletas de soledad. Soledad que a la tenue luz de los faros parece una buena amiga y compañía... Y lo ha sido durante los últimos años. Pero hay algo más que crece lentamente junto con la oscuridad; algo que estuvo esperando el mejor momento para mostrarse. Siempre presente pero oculto detrás de los arbustos. Mirando. Esperando. Planeando.

Mirando cómo consumía lentamente mi vida en este aburrido lugar. Esperando alguna señal de mi parte para indicarle que ya había sufrido mucho. Planeando la mejor manera de hacerme reaccionar y ver que esto no era el fin.

A lo lejos veo un conjunto de luces que se extienden hacia el cielo, si no llevara tiempo viendolas podría pensar que son estrellas y que el cielo está repleto de ellas, pero tan sólo es la Torre Eiffel iluminando la ciudad como todos los días.

Al menos hay luz en este lugar.

Imagino cuantas personas vendrán de todo el mundo sólo para subir a aquel lugar. Miles. Tal vez millones. Dejemoslo en muchas. Algunos niños acompañados de sus padres, algunas parejas, grupos de turistas, parejas...

Sé a donde quieren llegar mis pensamientos, y por esta noche dejaré que ganen.

¿Qué tendrá París para que la llamen la ciudad del amor? Porque les aseguro que no es el aire. Tampoco la comida tiene algo especial, tan sólo es comida. También dudo que sea el idioma, porque a mi parecer los franceses hablan como si tuvieran la nariz congestionada. Y personalmente, descartaba que los franceses fueran la razón porque, sí, eran buenas personas, educados, gentiles con los demás, pero ninguno ofrecía lo que se venía a buscar a esta ciudad. Amor.

El 90% de las parejas que alguna vez llegué a ver en la ciudad eran extranjeros, así que la pregunta seguía presente, ¿por qué la ciudad del amor?

Después de tres años yo podía asegurar que nada en esta ciudad te hacia enamorarte... enamorarte, ni olvidar.

No vine a está ciudad a olvidar, si es lo que piensan. No. Yo vine a estudiar. Era esto o seguir en Londres donde tampoco era fácil.

Ahora que lo pienso nada en esta vida es fácil. Todos moriremos algún día. Y yo ya lo hice. En el momento en el que murieron los recuerdos de Louis yo morí con ellos. Alguien alguna vez dijo que la esperanza es lo último que muere, pero ¿qué pasa cuando no hay esperanza? Bueno, pues se vive cómo yo. Esperando. ¿Esperando qué? Esperando todo. Muchas veces he soñado con que Louis repentinamente recuerda todo, es por eso que todos los días lo observo desde el otro lado de la calle mientras trabaja. ¿Infantil? Yo no lo veo de esa manera. Comence a hacerlo para ver si al menos él era feliz, y comprobe lo que más me temía. Él era feliz, así que no me recordaba. Entonces, ¿por qué seguí llendo todos los días? Necesitaba al menos verlo, para saber que nada de lo que paso entre nosotros fue un sueño.

Sueños. Si los sueños no existieran yo no iría todos los días a la "Place Du Tertre". Sueños. Creo que mi más grande sueño es tener de nuevo a Louis en mis brazos. Abrazarlo y decirle lo que siento. Recuperarlo.

"Haz realidad tus sueños, no dejes que mueran siendo eso, tan sólo un sueño".

Sí, eso tenía que hacer. Hacer que Louis volviera a mi...

Y tan sólo tenía 14 días para recuperarlo.

14 Días Para Recuperarlo [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora