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Que era lo que en realidad había en aquellos ojos azules, últimamente su rutina había cambiado, su necesidad por poseer el cuerpo de itadori más a menudo había disminuido.
Aquel día todavía continuaba fresco en su memoria, uno en el que no paro de sonreír cada vez que lo veía.
Quizá era solo porque sukuna había visto potencial en megumi, tal vez era sólo simple admiración por el.
Pero no podía engañarse a sí mismo, el pequeño megumi era todavía un cachorro en ese tiempo.
Sukuna sonreía cada vez que lo recordaba, no logró hacestarle ni un solo golpe en esa tarde de llovizna, pero aún así no se rindió en querer salvar a su amigo.
Ese día cautivo al gran rey de las maldiciones.

Porque ese día? Porque no se interesó en megumi desde la primera vez que lo vio?.
Hasta ahora lo recordaba y se empleo en analizarlo, pues la primera vez que poseyó el cuerpo de itadori, la emoción y el deseo sádico lo invadió, en ese momento que decidió ir sobre gojo, solo le importa eso, ir sobre gojo.
Ahora su cuerpo se sentía raro cada vez que recordaba eso, pues tuvo frente a él a megumi, tan pequeño y asustadizo.
Y ni siquiera pudo hacer algo..
Sus deseos se hicieron públicos cuando vio el potencial que el pelinegro poseía, quería que megumi le ofreciera un cuerpo real más adelante, cuando estuviera listo.

Pero de verdad que sólo era eso?

Pues le causaba un tipo de molestia cada vez que veía a alguien cerca de megumi, incluso se ponía de muy mal humor cuando maki zenin conversaba con el,cada vez ellos dos pasaban más tiempo juntos.

Sukuna comenzó a reirse al darse cuenta de todo lo que su mente estaba pensando.

- solo bastarían unos cuantos segundos y esa mujer..... No, que lema tan absurdo el compararme con un ser tan débil.

Sus labios pronuncian esas oraciones tan llenas de ego, pero porque sentía esa inseguridad constante cuando estába ella?.

La última vez no le importaba si megumi estaba molesto con el,incluso sukuna estaba seguro que lo que el pelinegro pensara de él no iba a interferir.

Pero que pasaría si lo tuviese frente a él en cualquier momento.

Tantas dudas que no le permitían concentrarse, sukuna estaba conciente que podía tener lo que quisiera en cualquier momento, pero ese muchacho lo hacía flaquear.

Acaso no se sentía seguro de poseer a megumi?

Chasqueo su lengua al pensarlo, el siendo el rey de las maldiciones por primera vez en sus miles de años se sentía incapaz de lograr algo.

Estando en su templo demoníaco, aparte de tener el trono también poseía una cama, y todo lo que el deseara.
Se recostó en ella y comenzó a trabajar su mente, esa sería una noche larga para el.

...

Los días pasaron, pero esa espina clavada en su mente continuaba estando ahí, cuando itadori estaba cerca de megumi, sukuna estaba igual, después de todo ambos poseían el mismo cuerpo.
Comenzó a cuestionarse, pues itadori ya casi no lo dejaba salir.
Sabía controlarlo muy bien, sólo porque sukuna se lo permitía.
Sintió la presencia de ese enemigo peligroso que tenía.
Con rapidez se tenso.

listo para entrenar a mi lado, megumi— preguntó maki mientras llevaba consigo una arma fuera de su tipo.

Megumi estando al lado de itadori, como era de esperarse, su expresión era seria, soltó un leve suspiro cuando dirigió su mirada hacia ella.

sukufushi one~shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora