Diario de celos (TERMINADA)

Abrazos para Mayo

Querido diario:

El día de hoy Rius fue a probar suerte con los electrodomésticos, cosa que no me esperaba en absoluto ya que me lo encontré con la tostadora. No se exactamente ya lo que siento, creo que comienzo a interiorizar el dolor que me causa verlo con otro, porque ya ni siquiera he explotado en colera. Solo sé que lo amo y me duele verle, me duele mucho y no puedo evitarlo. Ya nada me importa, ya no siento nada, ya todo me da igual, solo quiero que todo esto pare y MÍ Rius vuelva a estar conmigo :(. Te cuento lo que el día de hoy a pasado;

Resulta que esta mañana me he despertado, bueno ME HA DESPERTADO Mike diciendo que era muy tarde. A mi sinceramente me da igual que sea pronto o tarde, solo quería esforzarme pero Mike insistía en que ya era muy tarde y se me iba a juntar el desayuno con la comida así que tuve que salir de mi preciada cama y después  de la Timba cueva a desayunar para que me dejara tranquilo. Total que estaba yo tranquilamente desayunando unas tostadas como debe ser porque ya que me habían DESPERTADO pues mejor desayunar un buen desayuno que sea bien suculento. Entonces me encontraba comiendo cuando por alguna razón de la vida me di cuenta de que la tele al otro lado estaba encendida, porque la cocina y el salón están en el mismo cuarto. No entiendo como no me di cuenta antes ni como para entonces me importó, pero el caso es que decidí mirar y vi que estaban viendo un documental y me quedé rayado porque eso es un rollo. Giré mi cabeza para decir por qué rayos estaban viendo eso cuando vi a Mayo con la mirada en la pantalla tras sus gafas tecnológicas y todas mis dudas se despejaron. Cuando iba a volver a centrarme en mis tostadas aprecié unas pequeñas manitas blancas emplumadas que rodeaban el torso de Mayo y yo reconocía perfectamente. Ladeé mi cabeza y pude ver a MÍ Rius apoyado en Mayo abrazándose a él. No me sentí enfadado, ni traicionado, ni acomplejado, ni triste, solo sentí un dolor en mi pecho que me hizo salir de la estancia he irme de vuelta para mi cuarto sin siquiera desayunar, se me había quitado el hambre. 

Y ahora aquí estoy escribiendo esto, mirando las páginas en blanco y planteándome la validez de mi teoría del celo de MÍ Rius. Sinceramente en cuanto acabe de escribir iré corriendo a plantarme en mi silla con mi ordenador y poder saber un poco más a cerca de el tema, es algo que realmente no me atrevía a hacer por el miedo de descubrír que mi teoría no fuera cierta y realmente mi pollito ya se hubiera cansado de mí. Pero ya no quiero engañarme a mi mismo, quiero saber la verdad, quiero saber que le pasa a mi pollito, ya me da igual lo que los demás crean de mis sentimientos.