Diario de celos (TERMINADA)

Final del plan, bailando con Trollino

Querido diario:

Ahora no puedo ir a escribirte porque estoy en algo, pero necesito pensar lo que voy a escribirte porque se me hace extremadamente terapéutico y ahora no me vendría mal eso. En vez de darte hoy el largo discurso de introducción conducido por mis sentimientos en carne, en su máxima expresión, voy a introducirte ahora mismo, esto es lo que a ocurrido en el episodio de hoy:

Hoy me encontraba en la cocina (por cierto creo que ahora tengo cocina fobia de tantas desgracias que ocurrieron ahí) Recogiéndola porque era mi turno cuando empezó a venir una música proveniente de la planta de arriba donde teníamos una sala con mucho espacio y cosas de juegos. Era una música lenta y delicada, que penetraba en mis oídos y calmaba lentamente mi cuerpo, podría ser bailada por dos personas abrazadas y sería algo muy romántico, eso en seguida me hizo sospechar y subir a la planta de arriba negado a que algo más sucediera con Rius. Avancé escaleras arriba de forma calmada encontrándome con MÍ pollito agachado ajustando el volumen de la música y Trollino a un lado esperándolo. En seguida me posicioné frente a Trollino con los brazos cruzados encima de mi pecho y una cara de molestia peor a la de no haber dormido. —Trollino, ¿Qué estáis haciendo?— Intervine clavando mi mirada de odio en sus ojos desafiante la cuál el de corona no tuvo problemas en sostener —Pero tío ¿No escuchas la música?, Vamos a bailar— Me contestó —¿Y por qué razón debe ser esta canción que tiene un ritmo claramente lento y romántico?—        

—¿Y a ti que más te da?—

—Pues no se a mí pero a Mike seguro no le agrada—

—A Mike le da igual, ya lo sabe, ¿Y a ti por qué te importa de repente?—

—No quiero que engañes a mi amigo eso está feo—

—¿Es simplemente por Mike o a caso es por Rius?—

—Eso no es asunto tuyo—

—Ni lo que yo haga o deje de hacer con Rius tuyo tampoco—

Y aquí nos encontramos, Trollino y yo, en una situación extremadamente tensa, ambos con miradas de enfado puestas en los ojos del de enfrente. Aunque al relatar esto no puedo evitar que mis celos hagan un sube y baja pues me relaja y a su vez recordarlo me pone más nervioso. Por la parte de aMÍ Rius este trataba de hacer que reaccionáramos y nos calmáramos en vano. Sabía que no nos pegaríamos, Trollino era mi mejor amigo y no valía la pena pegarnos por esto, pero me ardía que accediera a bailar de esta manera con MÍ Rius. En un momento sentí que mi mano, cerrada en un puño, era tocada por una pequeña maño llena de mullidas plumitas haciéndome reaccionar ante ese tacto tan conocido y a la vez tan desconocido para mí. Mi mano se destensó y escuché la voz de MÍ dulce polluelo decirme ''Timbita por favor reacciona'' haciéndome bajar la cabeza hacia él. —Dime pollito— Dije a la vez arrepintiéndome pero ya que más me daba después de mi mala reacción anterior. —¿Por qué tan enfadado Timbita?— Me contestó. —Pues por ti— Contesté, había llegado estos días al punto de que ya no me importaba que Trolli estuviera o que los compas me molestaran cuando se enteraran, ya no sentía miedo ni vergüenza ya solo quería que MÍ pollito volviera a mí. —¿Por mí?—

—Sí Rius, estoy enfadado, estoy celoso, estoy arto de verte con los otros compas—

—¿Y eso por qué?— 

Mi corazón comenzó a palpitar con fuera y nerviosismo ante su interrogativa, sabía que este era el momento de decírselo —Porque me gustas Rius, porque me gustas aunque me asuste decirlo, pero eso ya da igual...— Dije girando sobre mis talones pero esa manita que seguían agarrando la mía me hizo volver. —Y tú a mi Timbita, solo hice todo esto cansado de tu rechazo, para que sintieras que me perdías, para que sintieras celos, quería hacerte sentir empatía con mi dolor y parece que lo he conseguido, pero no se siente bien dañar a quien amas—

—Parece que ambos hemos sido algo egoístas, hubiera estado mejor que me lo hubieras dicho pollito—

—Lo siento, me sentía realmente mal...—

—Entiendo como te sientes, ahora— Abrí mis dedos colocándolos entre los suyos quedando nuestras manos entrelazadas y coloqué su otra mano en mi cuello —Entonces, no más rechazo— Este me ofreció una de sus lindas sonrisas y me abrazó bien —Y no más dolor— Dijo mientras cuidadosamente mis manos se deslizaban sobre su cintura quedando enrolladas y ambos nos acercamos para calmar nuestro dolor en un tierno beso. Era dulce, suave y esponjoso, hacía que el dolor interno de estos días atrás desapareciera y se sentía genial. Parecía que el tiempo se había detenido a mi favor y no había nada al rededor de nosotros, pero desgraciadamente fuimos interrumpidos por un flash proveniente de el móvil de Trollino el cuál se había quedado sentado en el suelo viéndonos. MÍ Rius y yo lo miramos y este se levantó. —He...Hera la cámara—Dijo nervioso y salió corriendo escaleras abajo. Rius y yo nos miramos indiferentes y volvimos a unirnos poco preocupados por la foto y Trollino.

''Me debe explicar aún unas cuantas cosas, pero será después de unos cuantos besos''