Plan

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19 de diciembre de 2019, Buenos Aires, Argentina.

Andrés y Martín llegaron al estadio Luna Park para presenciar el concierto de "Wos", un artista que el argentino había descubierto hace poco y le fascinaba.

Se ubicaron en sus respectivos lugares esperando a que comience el show.

Lo que no sabían era el nivel de pogo que habría, algo a lo que ellos no están acostumbrados.

Pero al ojiazul no le costó sumarse.

Se sentía un joven más como los que lo rodeaban, saltando al ritmo de "Luz Delito"

Los minutos iban pasando, las canciones también.

Llegó "Fresco".

Estrofa va, estrofa viene.

"Muéveme las caderas y se va todo al carajo"
susurra el mayor al oído de su pareja, con su tono español marcado.

El otro se limita a reír brevemente, se sintió provocado, ya vería esta noche.

Turno de "Canguro", una de las favoritas de Berroti, además, con la que conoció al artista.

Fonollosa se limitaba a disfrutar la música y a observar a su lado como su amante vivía intensamente el recital.

En verdad, el español no era fanático del músico, simplemente estaba ahí de acompañante, claro que jamás se rehusaba a un plan con su esposo.

Cantaba algún lyric cada tanto, se los había aprendido después de escucharlos repetidas veces en su hogar o en el coche

"5 minuto' acá y ya estamos causando estragos"

Ja, como ellos en los atracos.

"La empatía te cuesta."

Martín lo señala y ríe.

¿Se tenía que sentir ofendido? En fin.

"Fuera la yuta que meten al barrio..."

Veía como cantaba eufórico, "Palermo".

Luego de un par de estrofas más, finaliza esta canción.

Comienza la instrumental de "Melón Vino".

Wos dice algunas palabras.

—"Si tenemos algún amigo por ahí, algún amor, de cualquier tipo que exista y le quieran mandar una energía linda desde acá.—

Ellos se miraron en simultáneo, enamorados.

—Si necesitan fuerza por alguna situación en especial o simplemente porque queremos mandarle la mejor, porque aguante mandar amor para todos lados, les pido que mandemos acá... Me pongo emotivo, viejo.
Apagame las luces, y si quieren prender ustedes ahí..."— finalizó el joven.

Comenzó a cantar lo que sería, hasta ahora, la canción más calma de todas.

Martín comenzó a cantar también.

Era una canción que, sin dudarlo, le dedicaba a su amado.

Sobretodo, alguna que otra partecita en especial...

"Voy a amarte y a tocarte, solo te pido que no me apuñales cuando abra mi cuerpo pa' darte un lugar."

Cantaban los argentinos, uno desde el escenario y el otro desde el público.

Recital-BerlermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora