|×UN NUEVO COMIENZO×| ~Noah Schnapp~(EN EDICIÓN)

2# Capítulo 8

Los días pasaron tan rápidos, mi rutina sen consistía en salir a diferentes lugares con Dayana.

—Definitivamente me enamore de nueva York — comentó Dayana tomando fotos a diferentes partes del museo .

— Si es muy hermoso — dije mientras caminaba por las instalaciones del lugar.

—¿Lista para mañana? — cuestionó mi amiga.

— Eso creo — respondí.

— Todo saldrá bien — dijo — Solo evita las indirectas estúpidas de Charlotte.

Los días que estuvimos en casa de mis padres no era de sorprendernos que Charlotte estuviera ahí. Claro no me importaba en lo absoluto, pero las cosas que decía a mis espaldas o de maneras sarcástica me molestaban.

— Creo que nos vamos, quiero estar lista para mañana — mencioné.

— Claro, aparte estoy cansada — dijo Dayana.

Salimos del museo donde ya estaba el auto de mis padres esperándonos afuera.

— No era molestia que nos esperen — mencioné subiendo al auto.

— No es una molestia ____ —mencionó mi padre — aparte tu madre no quiere que te pierda de vista.

La relación entre mis padres estaba empezando a mejorar, mamá me pidió perdon por lo que pasó hace unos años. Papá no sabía sobre la "relación" que tenía con Noah en ese entonces.

El trayecto a casa fue rápido las calles estaban vacías y no había mucho tráfico.

Llegamos y nos dirigimos a mi habitación donde Dayana y yo nos quedamos por este tiempo.

La tarde paso en buscar las prendas que llevaríamos al día siguiente.

cayó la noche reflejando la luna por el balcón de alguna manera me traía una sensación de tranquilidad, admirar la luna por las noches, en la cual no se escuchara nada, el viento chocar con mi piel era una de mis cosas favoritos.

— Creo que es hora de dormir — dije.

— Concuerdo — menciona Dayana saliendo de la ducha en pijama.

Nos recostamos en la cama que por suerte era lo suficientemente grande para estar cómodas, esto me recordaba las noches de pijamadas con Dayana cuando éramos unas niñas.

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El sol mañanero reflejo por las ventanas haciendo que abriera los ojos, era de día un día muy caluroso.

Tomé mi teléfono de la mesita de noche  que estaba a mi costado y prendi el teléfono.

Mis ojos se abrieron como platos al ver la hora que era.

— Maldición — dije poniéndome de pie —¡Dayana levántate tenemos 10 minutos para arreglarnos.

Sacudi a mi amiga bruscamente haciendo que callera al piso.

— ¡ay! — dijo Dayana poniéndose de pie — ¿Por qué tanto apuro ?.

Dijo rascándose la cabeza en confusión.

— Son las 8:30 am Dayana — dije haciendo que esta saltará en desesperación.

— ¿Por qué no pusiste la alarma? —pregunté.

— Pensé que tu la pondrías —

Empezamos a cambiarnos lo más rápido posible haciendo que en uno de los tantos intentos Dayana se callera  al suelo.