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— Entonces Eren, ¿te sientes mejor hoy?

El pelinegro tan solo asintió ante la pregunta de su madre la cual amablemente le servía el desayuno. El día anterior había fingido estar enfermo para no acudir a la escuela, no se sentía orgulloso pero era viernes y como todos los viernes tendría que soportar las invitaciones de Mikasa a locuras oscuras y de Armin a lugares que él veía aburridos y sin sentido. En fin eso no importaba, lo había hecho y le había resultado, había disfrutado de un viernes sin preocupaciones y haría lo mismo con su fin de semana.

— ¡Buenos días!

Eren rodo los ojos al escuchar la irritante voz de su hermano Zeke, medio hermano a decir verdad, pero a sus padres no les gustaba que lo llamara así.

— Zeke que sorpresa, llegas justo a tiempo para el desayuno.— a pesar de ser hijo de un matrimonio fallido de su esposo, Carla tenía en alta estima a Zeke y lo consideraba una persona amable y un buen ejemplo para su antisocial hijo.

— Ah me alegra oír eso, siempre me alegro de poder desayunar con mi hermanito. — con una mano despeinó los cabellos necios de Eren el cual solo bufo con molestia. — me preguntaba si después tendrías tiempo para ir al cine o por un helado.

— Te urge una novia, maldito quedado.

Carla estaba por regañar a Eren pero la potente risa de Zeke se le adelantó.

— Ah supongo que tienes razón. A este paso serás tú quién termine aconsejándome de chicas. — una sonrisa pícara se formó en su rostro, de esas que Eren detestaba. — dicen los rumores que no te va nada mal con las chicas de tu escuela, en especial con las pelinegras de gustos oscuros. — Espero que su comentario incomodase o avergonzara a su hermano, pero eso no paso; hacia mucho Eren habría aprendido que mostrar molestia solo aumentaba los comentarios de Zeke, en su lugar siguió con su desayuno como si nada más importara.

— Ah Eren, eso me recuerda. Anoche llamo tu amigo Armin, dijo que intento llamarte a tu celular pero parece que lo tenías apagado. — Carla caminó hacia el teléfono en dónde había dejado un papel con el mensaje del rubio. — quería decirte que ayer la profesora Hange dejo un proyecto para este fin de semana.

— Si claro, llamaré a Armin más tarde. — no le dio importancia, y procedió a beber un poco de jugo.

— También dijo que el proyecto era en parejas y al no ir, la profesora te asignó con...— giró la nota para continuar leyendo el mensaje. — Que nombre tan curioso, Historia.

Eren no pudo retener el jugo que le erosionó por las fosas nasales y garganta al momento de oír el nombre de su compañera. De todas las personas en su clase tenía que ser ella y peor aún su hermano estaba a un lado.

— Oh parece que es alguien importante — entre risas se acomodó sus gafas al más puro estilo de villano de anime.

— No es lo que crees mono descerebrado. Esa chica es la perfección hecha persona, la pequeña reina de la escuela. Tiene a todos comiendo de su mano y sus calificaciones no son la excepción, si por alguna razón mi participación en el proyecto no le parece suficiente, hará de mi vida en la escuela un infierno.

En su mente ya visualizaba a Ymir, Reiner y toda su legión de súbditos insultándolo y acosándolo por haber hecho que le dieran una mala nota a la Queen-B.

— Oh vaya, supongo que debe ser muy hermosa, que suerte tienes.

— Tengo que llamarla. — Resignado por la situación, Eren se levantó de la mesa en dirección a su cuarto. Mentalmente se lamentaba. — Tan solo finjo estar enfermo para no ir a la escuela por primera vez en mi vida y pasa esto.

...

Bajo por las escaleras a la vez que terminaba de colocarse la primera camisa aparentemente limpia y decente que había encontrado. Ya había hablado con la rubia y para su suerte ella había sonado muy plausible.

"El tema es libre. Podemos ir al zoológico, tomar un par de fotos y sacar el resto de internet."

Al principio le había sorprendido un poco la indiferencia de su compañera, normalmente creía que ella exigiría mucho más, pero bueno eso funcionaba para él.

— Mamá tengo que salir. — antes de cruzar la puerta de su casa se percató de la ausencia de su hermano. — ¿y Zeke?

— Dijo que tenía algo importante que hacer y se fue. Qué raro, creí que pensaba pasar el día contigo. — Carla encogió los hombros y siguió con sus deberes. — Diviértete hijo.

Salió de su casa y emprendió camino al zoológico de la ciudad, el clima pintaba nublado y con probabilidades de lluvia, eso le gustaba, quizá así no habría mucha gente.

...

Su predicción había resultado cierta, en la entrada del lugar el flujo de gente era poco para ser sábado.

Buscó con la mirada a su compañera preguntándose si quizá había llegado muy pronto.

— Imposible — pensó, él había caminado mientras que la chica viajaba a todos lados en auto, obviamente con su respectivo chófer.

Caminó un poco hasta que finalmente diviso a la rubia recargada en una de las paredes. Le resultó un poco extraño notarla ligeramente distinta. Su vestimenta no era la típica ropa negra y elegante que casi siempre usaba en la escuela, su cabello estaba suelto y perfectamente alaciado y su semblante lucía un poco nervioso.

— Lamento haberte hecho esperar. — no sabía cuánto tiempo llevaba la chica ahí, pero al verla vestida así creyó que quizá tenía alguna cita después del proyecto; en fin, procuraría no demorarla mucho.

Por alguna razón la chica no pudo levantar la vista, giro su mirada al suelo buscando ocultar su rostro.

— No te preocupes, recién llego.

Por alguna razón la escucho decepcionada, pero seguro solo era su imaginación.

Así sin perder más tiempo ambos entraron al zoológico.

...

— Podríamos tomar unas cuantas fotos del área de reptiles y hacer el trabajo sobre los mismos. — era la zona más cercana a la entrada. No quería quitarle tiempo a la rubia, un par de fotos, tomar unos cuantos folletos y el resto lo sacarían de internet.

— Claro, vamos.

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⏰ Last updated: Mar 28, 2021 ⏰

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Erehisu - One ShotsWhere stories live. Discover now