Zona de Vecinos

Capítulo 5

EMILY POV'S

Matt me besó.

Está claro que él me besó con algún propósito. Conozco a Matt y sé que no le gusto ni nada por ese estilo.

Luego de esa escena rara que me dejó petrificada, pasaron dos horas. Amy despertó y Ryan se ofreció a llevarla, pero antes de que ella dijera algo, Matt ya estaba en su carro esperándola para llevarla.

Yo lo que hice fue despedirme e ir a mi casa, estaba cansada así que me fui a dormir.

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¿Que él no dejará de irrumpir en mi cuarto cada vez que quiera?

Cuando me levanté visualice a un Evan sentado en la silla de mi escritorio.

—Hey, tú. —se señaló a sí mismo. —Si, tu. Largo de aquí.

—Tus crueles palabras le hacen daño a mi corazon. —dijo colocando una mano en su pecho, donde se ubica el corazón.

—¿Qué quieres? —dije directamente.

—Pues, ya es tarde y quise venir a despertarte para que muevas tu traserillo y vayamos a la escuela. —dijo mientras alborotaba más de lo que estaba mi cabello.

—Dame 7 minutos para cambiarme... —Evan asintió. —Pero antes, Evan. ¿Podrías esperar a fuera...?

El se río se pasó una mano por la nuca. —Uy, perdón. —dijo saliendo de mi cuarto.

Cuando terminé de bañarme y vestirme super veloz, salimos de la casa Matt, Evan y yo.

Las cosas con Matt lucían normal, a pesar de lo que sucedió. Sin embargo, me da algo de vergüenza preguntarle por qué me besó, así que evito el tema a toda costa.

Cuando llegamos vimos a Amy super molesta con Ryan, aún no sabia por qué, pero ella me dirá. Estaban discutiendo, cuando llegamos, ella se fue soltando un gruñido y Ryan imitó su acción, la única diferencia era que Amy se fue por un pasillo y Ryan por otro. Mis inteligentes amigos(Nótese mi sarcasmo) olvidaron que esos dos pasillos están conectados. Lo cuál haría que se toparan de nuevo.

Se escucharon dos gruñidos por parte de ellos desde donde estábamos.

—Okey, eso fue raro. Iré a hablar con Amy y luego con Ryan, Nos vemos luego. —dijo Evan yendo tras Amy.

Sonó el timbre y fui a mi clase.

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Ya era hora del almuerzo. Mi hora favorita.

Fui hasta la mesa donde se encontraban mi mejor amiga y un chico desconocido sentado a su lado.

—Hola Brownie. Hola... tú. —dije sentandome.

—Hola Pingüina. —dijo Amy.

—¿Brownie? Que lindo apodo. —dijo el amigo de Amy.

—Si... —dije sin saber que decir.

Luego de pasar unos segundos mirando a mi pequeña amiga. Ella se sobresaltó.

—Ay, casi olvidaba presentarte, John. —dijo Amy. —Ella es Emily Muston. Pingüina, éste es John Baker.

—Hola pingüina. —dijo el tal John sonriendo divertido.

—Hola... John. —dije sonriendo. —Déjame pensar un apodo para ti y luego te cuento cuál será.

—Esta bien, tiene que ser un buen apodo porque; si me pones un apodo común me sentiré ofendido. —dijo con humor en su voz.