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Bakugou de sus alas fue arrebatado al igual que de su amor prohibido, pues cómo bien dije lo prohibido es tentación.
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Otro ángel del cielo bajo para decirle que lo que sucedió fue por acto de su desceperacion de ver qué hay en el mundo humano......bakugou sin mirar a al ángel a los ojos, asintió triste y nuevamente camino adentrándose al bosque a pensar que había hecho y que paso ante eso.
Durante el camino, su cabeza daba vueltas y vueltas intentando no aceptar que le arrancaron su pedazo de alma de un tirón en una sola noche como consecuencia de su egoísmo.
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Kirishima por otro lado, no estaba desaparecido, solo le borraron la memoria o solo la parte en la que conoce a bakugou......así en su hogar estaba pensando en quien era el ángel que tan plácidamente acostado en su pecho estaba. Kirishima se acostó en su cama para descansar y calmar su mente de tantas ideas y preguntas que su cabeza inundaban dejandolo intranquilo con pocas respuestas que no concordaban.
El atardecer comenzó a caer y bakugou seguía caminando por el bosque cuando en un manantial se detuvo para reposar, pues por falta de alas...su cuerpo apenas se acostumbraba a caminar. Llegó y se sentó a la orilla a contemplar su rostro sin vida y tal vez alguno que otro pez que se cruzaba por medio de su distracción. El solo se arrepentía de lo que hizo, pero poco sabía de qué pasó en realidad....aún así su bata saco para sumergirse al agua fría que iluminada por el sol daba un bello reflejo en la piel de nuestro rubio.
