Un investigador privado... una estudiante de Psicología.
Una mentira... un amor.
Un secreto... una venganza.
Podrán los protagonistas de esta historia vivir su amor enfrentándose a todos los obstáculos que se les presente? Pasión, amor, venganza,
...
La noche para ambos realmente fue terrible. Ninguno de los dos pudo pegar un ojo en toda la noche. Dul no podía dejar de pensar en lo que había provocado Chris con tan solo tocarla mientras él no dejaba de tocarse los labios y pensar en aquel beso.
A la mañana siguiente todo parecía normal... Dul comenzó a despertar de mal humor ya que no pudo dormirse en toda la noche y eso realmente la estresaba y más sabiendo el motivo por el cual no lo hacía.
Bajó las escaleras refunfuñando mientras Cielo la miraba algo divertida.
Cielo: Que pasó mi hija? Tienes un rostro...
Dul: Recién me levanto Cielo, no creo que pueda tener un mejor rostro que este.
Cielo: Mmm... pues si no te conociera tan bien diría que no has podido dormir en toda la noche, pero como te conozco a la perfección digo que aquello es imposible. Ya ambas sabemos lo que te gusta dormir.
Dul: -comiendo una manzana- Y mi madre?
Cielo: Ha llegado en la mañana bien temprano. En cualquier momento bajará a desayunar, así que tú también siéntate que te serviré el desayuno.
Dul: Esta bien –sentándose en la mesa mientras agarraba un papel y una birome y comenzaba a dibujar-.
Chris por su parte se levantó temprano y se dio una ducha. Luego comenzó a hacer algunas anotaciones sobre cosas que había averiguado de la empresa Espinosa y de la esposa del difunto.
Soltó la birome a un costado y se agarro fuertemente la cabeza entre sus manos.
Chris: No puedo concentrarme dios! –levantándose de la silla y yendo hacia abajo, quizá con algo de comida en su estómago hacia funcionar a sus neuronas, pensaba-.
Bajó rápidamente las escaleras y al bajar el último escalón se encontró con ella nuevamente. Se veía hermosa, con el pelo alborotado... unos mini shorts y una playera que le llegaba por encima del ombligo. Parecía estar muy entretenida y ocupada ya que no quitaba la vista de un trozo de papel que al parecer estaba escribiendo.
Pijama de Dulce:
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Cielo: Señor Christopher –viendo como no dejaba de mirar a Dulce-.
Chris: -reaccionando- Cielo... buenos días –Dul levantó la vista y no le quitó la mirada de encima mientras él hacia lo mismo-.
Cielo: -extrañada- Quiere desayunar ahorita?
Chris: Si no es mucha molestia...
Cielo: Oh claro que no, justamente le estaba sirviendo el desayuno a Dulce así que siéntese que enseguida se lo serviré a usted también.
