no me dejes

ALEX

Aquí estaba yo, con una tarrina de helado más grande que mi futuro, consolandola
**************
- Jess... Es Alex...-
-Que te a hecho ese imbécil porque juro que lo mato, a lo mejor le duele más una patada en los huevos, o un puñetazo, noo, mejor todo-
- Jess, para por favor, en estos momentos no me gustaría que le hicieses nada-
-bien, de momento no, pero- no me dejó terminar de hablar
-Jess, no le puedo obligar a amarme-
No sabía que decir porque Madeleine diría eso, que yo sepa a estado coladita por Alex desde 6 grado
- Madeleine, ¿De que hablas?,pensé que
-no Jess, ya no, él me dijo perfectamente "no me gustas Madeleine, deja de perseguirme vas a acabar destruyendo mi relación con mi novia"
Me quedé en shock, jamás pensé que Alex, un chico que a simple vista parece un ángel, con sus gafas y sus modales podría hacer tanto daño a una persona, no es la primera vez que lo hace, pero esta vez sí se paso.
-bien, tienes razón, no puedes obligarle a amarte, pero se que en un futuro Alex se arrepentirá y sabrá de lo que se a perdido.-
Una risa triste invade en su cara
- ahora vas a poner en Netflix nuestra serie favorita, mientras yo voy a por el helado más grande que haya en el super-
Ella no dice nada, solo sonrie, y eso me pone mucho más feliz.
Cuando voy a salir de mi habitación, sale de su boca
- gracias Jess eres la mejor-
Me giro para verla, ella está sonriendo
-ya lo sé, ¿lo dudabas?
-claro que no tonta
Me río por ese último comentario y salgo de la habitación para ir a comprar, no tengo coche así que me toca ir andando.
Durante ese camino recuerdo en como nos conocimos Madeleine y yo
Una risa tonta se escapa de mi boca
Nos conocimos en primaria, yo era nueva en el colegio y al principio nos odiabamos mucho, supongo que ya se porque la gente dice que las mejores amistades provienen del odio.
Estaba volviendo a mi casa esperando entusiasmada para ver la mejor serie del mundo con la mejor persona del mundo.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos, cuando me doy cuenta estoy en el suelo con las tarrinas de helado rodando en la acera.
Una voz grave se me hace familiar y me distrae de mis pensamientos *porque aunque siga en el suelo sigo pensando en la serie y en el idiota de Alex* Ahí fue él estaba ahí otra vez intentando ayudarme a levantarme, ¿se acordara de mi?