► 09

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―Te gusta Taehyung―dijo Tan antes de llevarse una papita a la boca.

―No me gusta―respondió Mone virando los ojos―, solo somos buenos amigos.

―Tienen hasta forros de pareja, ¿A quién engañas?― Rachel la miró de forma acusadora.

La chica soltó un suspiro y se encogió en el asiento preguntándose porque había presumido su nuevo teléfono de esa forma. Fijó su vista en la gran pantalla y volvió a suspirar, estaba segura que no le gustaba Taehyung, pero le preocupaba muchísimo el hecho de no poder controlarse cuando se trataba de él.

La simple mención de ese nombre en específico provocaba muchas cosas en ella, cosas que no sabía cómo nombrar o controlar y ni hablar si el chico estaba en peligro, ella simplemente reaccionaba sin detenerse a pensar si podía morir o no. Su instinto primario era que él estuviera bien.

―No me gusta―repitió―, pero me hace sentir extraña. Me hace sentir fuera de mi zona de confort, simplemente siento que derriba todas mis barreras con solo hablar o estar a mí alrededor.

Los otros dos presentes se miraron sorprendidos, Mone no era de las que compartía como se sentía así sin más y el hecho de que lo hiciera con ellos los hacía sentir bien y  que ella los apreciaba a tal punto de compartir algo tan íntimo como eso.

― ¿Y eso te asusta?― Rachel se le acercó y le pasó una mano por el cabello.

―Sí, tengo miedo que pase lo mismo que pasó con Baekah― respondió―. Siento que no soy yo cuando estamos juntos y siendo sinceros, jamás podría estar a la altura de alguien como él.

― ¿De qué hablas? Más bien debería de sentirse afortunado de que alguien como tú se fije en él― dijo Tan―. Eres una chica espectacular Mone, sácate de la cabeza todos esos prejuicios que el imbécil de Baekah inventó solo para destruirte emocionalmente.

―Solo no te apresures, conócelo bien y después vemos que pasa―le sonrió la mayor, intentando sonar un poco más dulce y menos agresiva que Tan.

―Llevas cociendo a Minhyun más de cuatro o cinco años y sabes que claramente le gustas y aún así no le dices lo que sientes, ¿Con que moral me aconsejas algo como eso?―le recriminó Mone y las mejillas de Rachel se volvieron de un rojo intenso.

―Ustedes se complican demasiado, yo le dije a Sora que me gustaba y ya, no pasé media vida lamentándome y otra media pensando si decirle o no―bufó Tan.

Los tres iniciaron una discusión sobre sentimientos y agradecían profundamente que el resto no estuviera allí o los iban a regañar. Ese día les había tocado la guardia nocturna y la chica estaba complacida con que le tocara justamente con ellos, no se veía hablando de ese tema con sus hermanos sin que a estos les diera un infarto y quisieran ahocar al pobre Taehyung.

Una alarma se dejó escuchar y los tres dejaron de hablar, mirando a la pantalla donde se reflejaban los dormitorios de los diferentes idols a los que protegían. Una zona en específica se mostraba en rojo y el corazón de Mone latió con rapidez al ver que era el dormitorio de BTS.

―Mulán, es momento de que vayas a salvar a Shang de los mongoles― murmuró Tan mientras tecleaba con furia en su computador.

― ¿Lograron entrar al dormitorio?― Preguntó mientras agarraba su teléfono.

―Aún no, pero será mejor que corras porque están a muy poco de lograrlo, el escuadrón no podrá detenerlos por mucho tiempo―dijo Rachel―. No hay tiempo para trajes de combate ni nada muy elaborado, intentaré llamar al resto mientras vas a en camino.

Mone salió como alma que lleva el diablo de la sala de operaciones directo al cuarto de armas, prestando poca atención de que armas tomaba, colocándose el molesto aparatico con el que se comunicaba con la base y bajando las escaleras como un rayo directo a su mercedes.

Murderers Of Idol 〈MOI〉↠ 【Kim Taehyung】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora