Mambos; Shot's gay

«Cᴏʟᴏʀ Esᴘᴇʀᴀɴᴢᴀ»

Ya no podía más en ese lugar; Te tenía en frente de mi después de tanto tiempo, a un año de la última vez que cruzamos miradas, y para mi era igual verte, los cambios físicos estaban, pero el brillo en tus ojos negros era igual, tu sonrisa me transmitía lo mismo, tu mirada era distante conmigo, y no te culpo, nunca sentiste nada más allá de amistad, pero con aquella chica sí, con élla conocí facetas tuyas que no pensé que tenías, hasta que de lejos pude darme cuenta, y yo conozco ese sentimiento, ese que se refleja en tus ojos cuando la mirabas, es el mismo que tengo yo cuando te miro.

Salí de la casa de Klan, tenía ganas de llorar, y no por verte hoy día y compartir palabras y miradas con vos, es que me odio por sentir esto, algo que sé que está mal, y no por que yo sea un hombre y vos también, sino que antes éramos amigos, y yo me sentiría muy mal si me entero que un amigo que casi consideré hermano, siente algo más que amistad por mi, porque es como sentir que le gustas a un familiar, se debe sentir asqueroso y eso me repetía siempre, para que se me desvanezcan los sentimientos, pero cuesta demasiado.

—Che Manu, el Luquita pregunta si todo piola —Me dijiste.

Yo no podía controlar las lágrimas y salieron solas. No quería voltearme, así que solo asentí emitiendo un sonido afirmativo, igual salió quebrado y te diste cuenta, está demás decir que crucé los dedos para que de algún modo te fueras y yo así recuperar mi estabilidad.

—¿Estás llorando? —Y juro que no me esperaba que te importe realmente, porque hubo preocupación en tus palabras.

Yo negué, sin voltearme, haciendo hasta técnicas de respiración para que no me duela la garganta.

Tu presencia a unos centímetros me estaba dañando peor que cuando éramos amigos cercanos.

—¿Por qué lloras entonces?, ¿seguro que estás bien?

—No —Me voltee, quebrandome en tu presencia —No estoy bien, ayúdame por favor.

Vos me abrazaste de inmediato, y yo estaba cayendo por un precipicio emocional en ese momento.

No entendías nada y yo solo me aferraba con fuerza. No debí, pero a sabiendas que nunca me ibas a querer como yo lo hago, me hice ilusiones, esperanzas de que si te confesaba todo, podías en algún momento sentir un poquito de amor por mi.

—Perdón por decirte esto así, pero te juro que he intentado mil formas de sacarte de mi corazón, pensé que reprimiendo mis sentimientos iba a desaparecerlos pero solo llegó a hacerme mierda...
No te pido que sientas lo mismo, si querés después hacé como que nunca te lo dije y yo veo que mierda hago conmigo y odiame porque yo también me odio —Te dije, y no tenía miedo, no tenía miedo a tu reacción, solo quería decir más cosas para poder llorar con ganas, cosas que me duelan, más del dolor que ya sentía.

Tu mirada estuvo en mis ojos por unos segundos. También llorabas, solo por ponerte un poco en mi lugar, por la manera en la que te dije todo, y ya lo sabías, siempre lo supiste, lo confirmé, y no por tu reacción, no por tu manera de mirarme, algo me lo dijo y solo lo supe.

Yo suspiraba buscando calma, pasando mis manos por mis ojos una y otra vez, pero no dejaba de llorar.

Vos te acercaste a mi cara, quitando mis manos lejos de mi rostro, llorabas y yo estaba peor, sabía lo que ibas a hacer y dejame decirte que nunca pude explicar lo que hiciste, a pesar que lo entiendo.