𝘼𝙇𝙁𝘼 𝙑𝙀𝙍𝘿𝘼𝘿𝙀𝙍𝘼 ☬ 𝔻𝔼ℝ𝔼𝕂 ℍ𝔸𝕃𝔼

ＥＬ ＬＯＦＴ

Luego de salir corriendo de la casa Hale, llegue al colegio desesperada, olfateaba todo lo que podía en busca de el aroma de Braeden, luego de diez minutos lo logré su olor llegó a mi nariz, la encontré tirada en un gran charco de sangre en los cambiadores de hombres. Con facilidad la tome en brazos y saque de ahí.

Y finalmente luego de todo eso había regresado al departamento del cual salía un gran olor a quemado.

—Maze por fin— gritó Ethan quien estaba sentado en el sofá de cuero negro, que usaba aveces de cama cuando no podía dormir por pesadillas

—hija ¿Dónde estuviste?— preguntó mi padre quien yacía sentado al lado de Ethan con su bastón chocando contra el suelo. Tenia una manía por hacer eso

—dando un paseo, ustedes ¿hicieron algo interesante?—pregunte, claro que sabia que hicieron, yo había tenido que curar las heridas de braeden y el enorme rasguño en el cuello que mi padre le había propinado, todo esto en un hotel ya que si se aparecía en el hospital la detendrían por los destrozos cometidos la noche anterior.

Me quede con ella por más de cuatro horas hasta que despertó, una vez despierta con todo y el daño que le había causado el rasguño ella habló, me reclamo, y hasta casi me grito por no haber tenido el valor de hablarle a Derek.

Braeden era una buena amiga, a ella había conocido años atrás gracias a Marin Morrell.

Morrell era la primera persona que me había aconsejado hacer el bien, era emisaria de la manada de alfas pero no compartía los mismos ideales. Cuando yo no quería estar en casa con los demás ya que estaban teniendo sus planes malignos, estaba con ella en un parque o en otro lugar conversando, viendo películas o entrenando. En parte irme con ella en esos momentos era bueno para mi y para mi padre, ya que algunos planes prefería guardárselos para los alfas que verdaderamente desearan cometerlos y el nunca tenia la fuerza para botarme de la sala.

—nada, esperándote— respondió mi padre

—si nada— dijo Ethan mirando el suelo

—solo las estúpidas y aburridas clases y regresamos a casa— Aiden era bueno para mentir, mejor que Ethan quien sabia que nunca me podría mentir y por ello solo prefería guardar silencio o hablar lo más mínimo

—vengan a comer, ya esta la comida— salió Ennis de la cocina.

Ennis alfa pareja de Kali, sinceramente no sabia que eran esos dos, a veces parecían mejores amigos otro día amantes y al siguiente enemigos a muerte.

—no tengo hambre me iré a dormir, provecho— dije con una sonrisa falsa y me retiré a mi habitación.

[***]

Me desperté a las cuatro como era de costumbre. Tenía tiempo suficiente para hacer y arreglar todo lo que tenía que arreglar, acomodé lo que necesitaría y lo puse en una mochila; ropa, útiles de aseo y unos cuantos libros, ya con la maleta lista solo quedaba que yo me arreglara. Por fin lista comencé a salir de mi habitación sin hacer ruido hasta que mi alarma sonó. ¡Maldita alarma! Debí desactivarte.