Capitulo 2

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Esa misma noche, mi padre tuvo una discusión con mi madre, una muy fuerte, se escuchaban los gritos de ambos y mi madre llorando. Durante su discusión apareció mi hermano en mi habitación, me mira fijamente, luego cierra la puerta y se sienta al borde de la cama. 

-- ¿Cómo estas? - pregunta mirándome, me costó responder rápido, porque aun seguía en shock por lo ocurrido, ni me dolió cuando me estaban curando las heridas. 

-- Estoy bien Ryan. - sonrió levemente. 

--  Ponte contenta, al menos estas viva. - Me sonríe, creo que intenta alegrarme pero diciendo eso lo está jodiendo mucho. 

-- Sí, estoy viva... - comento algo seria. 

--- Bueno me refiero que no fue algo horrible y ya papá se ha encargado de ese gilipollas. -- me toca la pierna, normalmente mi hermano no suele sonreír pero hoy parecía que se estaba esforzando para verme feliz, finalmente me dejó sola y yo intenté dormir algo ya que al día siguiente nos íbamos de viaje a México y es largo el trayecto. 

***12 horas después*** 


Al final el avión llegó a México, se tardó demasiado, estábamos en la cola para embarcar, este momento me parecía eterno, odio las colas, esperando mucho tiempo, además que hacía calor y no me gusta nada. 

-- Señor Méndez, bienvenido a México. - comenta un hombre alto moreno con un bigote negro, se acerca a mi padre estrechándole la mano.

-- Gracias. - responde mi padre algo serio, parece que el hombre se dio cuenta y le mira fijamente. 

-- ¿Un viaje duro?

-- No, otras cosas en mente, ando cansado. - el hombre hace un gesto con la mano para que le sigamos. 

Al cabo de unas horas llegamos a casa de mis tíos, ya estaba emocionada por ver a mis primos, era una casa grande en pleno campo, mucha tierra y poca vegetación alrededor, pero no era ningún problema para poder jugar. Entramos a la casa y siempre me quedo sorprendida por lo grande que es, sobre todo la entrada y el salón. 

-- ¡Xana! - grita el mas joven de mis primos, se acerca y me abraza. 

-- ¡Ricardo! -- sonrió al verle, mas tarde se acerca el mayor, Elías  y me saluda con otro abrazo. 

-- ¿Cómo sigues Xana? - me pregunta.

-- Bien primo. - se queda mirándome el vendaje que tenía en el cuello y en el brazo.

-- Papá, Xana tiene algo en el cuello. -- comenta Ricardo que también se fijó. 

Mi tío Santiago se acerca con su gran sonrisa, se agacha y me mira el cuello fijamente, me toca la zona cuidadosamente, se gira y mira a mi papá, ambos se quedan mirando en silencio un rato. 

-- ¿Te duele? - me pregunta mi tío. 

-- Sí, duele. - me abraza con fuerza. 

-- Tranquila, tu padre y yo te vamos a proteger, como si fueras nuestro tesoro. - sonrío al escucharle. 

Después de la bienvenida nos fuimos cada uno a la habitación que le tocaba, está casa tiene muchas habitaciones, mientras colocaba mis cosas en el armario con mi madre, Ricardo se acerca a mi y me enseña el nuevo bicho que capturó por la zona. Me asusto al ver que era una tarántula, salgo corriendo detrás de mi madre, él se queda extrañado y riéndose. Mi madre no me deja que esté detrás, así que se quita del medio, sonriendo. 

-- Hija tienes que afrontar tus miedos. 

-- ¡No quiero! - me enfado, pero sigo con el miedo, miro como se mueve en la mano de Ricardo. -- ¡Me da miedo! es fea y asquerosa..

El Pasado de Xana MéndezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora