Capítulo 1

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El grito

Miro con mucha atención a las señoritas que bailan con una sonrisa en sus rostro al bailar con sus amados llevando consigo un vestido pomponoso pegado a la cintura con un corsé que refleja las hermosas cinturas de las señoritas que bailan y disfrutan del baile.

Este baile es una farsa, las personas aquí presente los son. Estos bailes están hechos para presentar a las hijas que ya cumplieron la edad suficiente para que la gente con estatus sepa que ya está lista para que ellas tengan esposos.

Y eso lamentablemente está sucediendo ahora conmigo mismo, hoy me presentaron a las personas con titulo y a la sociedad de que ya estoy lista para que me casé con un hombre.

Esto es horrible para mí, ver a mi madre decirles a los hombres solteros, viudos que su hija ya está lista para ser desposada, a ella no le interesa de qué el hombre ya tenga poco tiempo para dejar el mundo, lo que les importa a mis padres es que me casé con un hombre que tenga el título y que se inferior a nosotros.

Asqueada de ver a gente falsa, salgo a fuera a ver al hermoso jardin que está iluminado por la luna a respirar un poco de aire.

Mis ojos pican por las lágrimas que quieren salir, quisiera tener la oportunidad de elegir a la persona  con la que voy a estar toda mi vida. Pero eso no será posible, simplemente soy una muñeca a la que tiene que cuidar para después intercambiar por algo valioso.

Miro al cielo, y ahí está la luna rodeada de estrellas que ilumina esta triste noche.

Me doy la vuelta decidida a entrar al salón de baile a ver como mi madre les habla a los hombres de mi.

Al caminar me doy cuenta que me he perdido por estar perdida en mis pensamientos, no me di cuenta que me equivoqué al elegir un camino, suspiro de cansancio este día ha sido muy agotador.

Este lugar es enorme, no se que dirección elegir ahora, camino por el pasillo de la derecha hasta ver unas escaleras, pero las ignoro y al girar para irme donde regrese, escucho un grito.

Los bellos de mi brazos se erizado al escuchar al desgarrador grito, giro y miro las escaleras que dan a la dirección de la segunda planta.

Y otro grito se escucha, mi corazón se empieza acelerar, mi respiración se vuelve rápida y un pensamiento pasa por mi cabeza.

Nota mental:

*a) Saldría corriento.

b) Quedarme en shock.

c) Pedir ayuda*.

Elegir esas opciones son para personas normales y cobardes.

El problema mío es ese. Yo no soy normal, mi curiosidad es mucho más fuerte que otro instinto que tenga.

Levanto un poco el vestido y pongo un pie en el primer escalón y después otro y otro, lentamente mirando por todos lados a ver si alguien me mira.

Al ya llegar al segundo piso de esta gran lugar empiezo a caminar lento, pero para al ver un cuadro que está iluminado por unos candelabros que están arriba del techo y a los lados hay velas que hacen ver con claridad los cuadros que están en este lugar.

Camine lentamente, viendo los cuadros que están gindados en las paredes. Retratos bien hechos y bien pintados, que remarcan bien las facciones de la persona que pintaron.

Dejo de mirar el retrato cuando vuelvo a escuchar el grito. Mi curiosidad es grande, quiero saber de donde proviene ese ruido o quien es la persona que grita tan desesperada.

Las paredes están llenas de retratos de personas, cada vez que camino eso es lo que miro, retrato por aquí, y por alla.

Camino a la derecha y después a la izquierda, este lugar es como un laberíntico sin final, pero paro en seco al ver a una mujer con un hermosos vestido que mira fijamente un retrato de una persona.

Es como si lo estuviera analizando, miró atrás de mí, para después ver al frente.

Mi respiración se acelera al ver la imagen, la chica que estaba ahí, ya no esta, se esfumó como si ella nunca ha estado ahí, el pasillo es grande y largo, no hay puertas por donde ella pueda salir o entrar.

Me acerco al retrato que antes ella estaba viendo, mis ojos se abren, admirando a la persona que está en este cuadro. Es hermoso con unos ojos azules tan penetrantes que parece que son negros si no lo miras detalladamente, una postura que puede intimidar a cualquiera.

Salgo de mis pensamientos al escuchar un ruido, y miro que al final del pasillo está la chica, mirando fijamente como antes miraba al cuadro, ella miró al suelo donde yo estoy parada, mi mirada se dirije al suelo y un grito sale de mi garganta saltando del miedo.

Donde yo estaba parada hay sangre fresca que han marchado mis tacones dejando huellas de mis zapatos al dar pasos. Miro de nuevo a la chica y ella me sonríe dejando caer un poco de sangre de sus labios.

Mis sentidos se alarman, mi instinto me grita de que huya, cada rastro de curiosidad se esfuma al ver la imagen de ella echando sangre de su boca.

Mi mente me pide a gritos solo una cosa:

Corre.

y eso es algo que empeze a ser, corro por el pasillo que antes he camino, sin detenerme.

Miro solo por un instante atrás de mi, y ahí está ella, mirándome sin ningún sentimiento en su rostro, solo se mira la sangre que sale de sus labios manchado su vestido.

En mi pecho se empieza a instalar un sentimiento que antes no he sentido, un sentimiento que jamás he vívido, y ese es el: miedo.

Mis piernas se enredan y hace que me tropiece con mi vestido, y antes de saber que pasó, mi cuerpo se sintió adolorido.

Me he caído de las escalones y antes de que perdiera la conciencia, la miro a ella, viéndome fijamente antes de caer en una oscuridad.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2021 ⏰

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El diario de Hanna. El secreto detrás de las paredes. (Saga Secretos).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora