Místico Insomnio

𝕾𝖊 𝖋𝖚𝖊 𝖞 𝖓𝖔 𝖛𝖚𝖊𝖑𝖛𝖊

Penetró hasta la más profunda de mis venas,
recorrió cada pensamiento susurrando en mi cabeza.
Y aún así, no supo nada más sobre mí.
Se quedó en un solo lugar, dentro de mi memoria
Lo recuerdo tal cual, juro no es paranoia.

Me mantiene inquieta y alarmante, aquella última mirada de mi amante.
Tan vivo y sobrio, tan frío y solitario.
Tan expresivo y tan vacío,
sin embargo lo que él llevaba consigo
era más de lo que hubiese querido.

No se llevó mi amor, pues este permanece aquí en mi corazón.
De extremo a extremo de este cuerpo, destruyendo cada ilusión dentro.
Se fue y no se llevó más nada,
pues deja un rastro de expectativas más allá de esta casa, o esta historia.
¿Historia? Más bien fragmento de existencia, querida insomnia.

Una historia tiene fin
Sin embargo sigo escribiendo aquí
lo que continúa después de su partida,
está escribiendose fría y ácida como el agua de aquel lluvioso día.
Con calma, pacífica.
Sigue aquí sobre tu almohada sombría,
en la que sueñas de noche mientras vives de día
una constante expectativa sobre lo que fue en presencia tuya, de tu vida.
Sigue aquí donde te encuentras contigo misma.

No se va ni vuelve, te mira y se enternece.
Más es solo tu imaginación
Sosteniendo una ilusión sobre este doloroso amor.
Querida, no te pertenece
la esencia de su cuerpo ya no permanece,
más la de su ser aquí se desvanece.
Ha llegado la mañana, se fue y no vuelve.
¡Cuanto extraño sus ojos color verde!

Amado amor, sin ti aquí el aura y todo me es tan diferente...
El tiempo pasa y la gente se lamenta.
Sigo postrada aquí frente al reflejo de una mediocre poeta
esperando por una señal o una alerta,
una llamada e incluso una carta.

Más te conozco y bien sé,
que tú no mirarás el camino que marcaste atrás.
Muerto está, muerta estoy.
Con cadenas al pasado perteneciendo al hoy
Y sin fuerzas aquí, yo soy.

      Diciembre  2020