— Estoy cansada de ver como te usa — Decía furiosa la castaña — Mírate, este no eres tú, por favor, date cuenta, no la dejará Peter, tienes que alejarte... — Las manecillas del reloj, así como los días en el calendario pasaban, tal y como siempre, sin detenerse por nada ni por nadie. Cosa que pasaba factura al rostro demacrado de Parker.
Sus ojeras eran evidentes en su rostro, ya no era aquel chico alegre y lleno de vida, su semblante había cambiado por completo, tirando a mal claramente.
— No lo haré, no... puedo — Había bajado de peso, varios kilogramos, su higiene personal estaba por los suelos, al igual que su estado de ánimo y sus fuerzas.
— Se que es difícil, te tomará mucho tiempo, pero no estarás solo, nosotros...
Tenía muy claro que esto pasaría, por supuesto que estaba destinado a sufrir, lo supo desde el principio, estaba condenado desde el día uno, desde que lo vio por primera vez, sabía que estaba en problemas.
Odiaba con fuerza el cómo un simple gesto por parte del mayor alegraba su corazón, lo hacía sentirse como un niño recibiendo su juguete favorito en navidad. Estaba tan mal ver como Stark vivía a lado de alguien que no era él. Estaba tan enamorado que desearía ser el mejor amigo de Morgan solamente para pasar las veinticuatro horas del día en su casa y así poder verlo más seguido.
Tony ahora era un vengador retirado (Por voluntad de Pepper, no porque ya no pudiera o porque no lo quisiera) se dedicaba a su familia y a darle asesorías a Harley, Peter, Rirri y Morgan en su taller del complejo.
Era evidente que Anthony haría todo por hacer feliz a Virginia, la quería y mucho, a final de cuentas, la mujer que estuvo en los buenos y malos momentos, la que se enfrentó a su lado a sus peores enemigos y la que se quedó con él a pesar de todo (Incluyendo no amarla).
El castaño no era un ciego para no ver eso, jamás estuvo en sus planes confesarle su amor, nunca lo haría, por el gran cariño que le tenía a Harley y Morgan, (La joven más inteligente junto a Rirri Williams en la universidad) por el respeto que tenía hacía Potts y sobre todo porque tenía miedo de perder lo más valioso que Stark le podía ofrecer, su cariño y aprecio.
— ¡¿Ustedes?!, Cada uno tiene su vida y sus propios asuntos, Ned está desarrollando su proyecto de tesis, Harley tiene sus propios problemas con James para también tratar con los míos, Miles y Gween son unos niños, tú tampoco puedes estar escuchándome todo el tiempo, ¡No es tu culpa! — Gritó con furia contenida por meses, largos meses en donde trató de controlar el impulso de ir al taller como cada tarde después de la universidad, intentó alejarse e incluso lo bloqueó de todas sus redes sociales, para evitar ver su perfecto rostro, su hermosa sonrisa llena de confianza y seguridad, el claro tono café de sus ojos, entre mil maravillas más que él veía de su personalidad.
No quería oír más su nombre, no quería saber más de él, pero él destino era un maldito engendro del mal que se encargaba de restregarle la verdad en la cara, lo amaba y con locura, al grado de olvidar sus valores, su moral, principios y prioridades.
— Peter escúchate, eso no...
Pero Parker ya no soportaba tantos "consejos/sugerencias" de como olvidarlo, había intentado de todo, salió de fiestas cuando él en sus cinco sentidos no haría, bebió alcohol hasta que su cuerpo no pudo con más (Teniendo en cuenta su resistencia debido a que era Spider-man) hundiéndose en tareas y proyectos que lo dejaran agotado hasta dormir con un bolígrafo en la mano de tanto escribir fórmulas, resultados y conclusiones.
— ¡Se que está bien y que no Michelle! ¡No soy un jodido niño! Pero sabes, jamás tuve tiempo de serlo. "Peter, tienes que entender esto..." "Peter, no debes ser tan infantil" "Peter, madura" Eso lo llevo escuchando desde que tengo memoria, y sabes que ¡Estoy harto!, de que todo en mi vida esté mal, que me joda siempre la maldita suerte de mierda que tengo, ya no soporto un sermón más, estoy sólo, punto.
Todos lo trataban como un niño iluso, alguien que se dejó deslumbrar por su mentor, pero no era nada de eso.
Peter conocía la trayectoria de Iron-Man desde sus inicios, se sabía su historia de memoria, de pies a cabeza, sin omitir ningún detalle, pero jamás se enamoró de eso, lo admiraba, pero no sé comparaba al sentimiento que en esos momentos sentía, no era lo mismo querer que él apruebe tu proyecto biotecnológico, a desear que le tome entre sus brazos y le de un tierno beso en los labios, no era una emoción nada similar, era ridículo pensar eso, porque era imposible.
— Escucha yo...
— No es tu culpa, ni de nadie lo que me suceda, solo... Quiero un poco de paz — Decía ya con lágrimas en sus ojos totalmente rojos — Necesito paz
Recordaba aún cuando recién lo conoció, lo admiraba y respetaba, pero odiaba su egocentrismo y su incomprensión hacia los demás, pero que equivocado estaba.
Al conocer más a Anthony y no a Iron-man pudo ver que no era un ser de acero, que por dentro, era tan solo un hombre que, al igual que él, sufría y deseaba ser amado de verdad, recibir un poco de lo que daba, pero no.
Peter tristemente llegó muy tarde a su vida, demasiados años tarde.
— El alcohol no es la solución, necesitas descansar, calmarte y...
El dolor era incontenible en el cuerpo de aquel chico universitario con un corazón roto, desgarrado y herido a la vez.
¡¿Porqué está tan mal que esté enamorado de ese hombre?! ¿Qué tenía de malo y porqué lo atormentaba ese pensamiento todas las noches?
La respuesta era simple, le dolía. Él no se merecía esto, Morgan no se merecía eso, mucho menos Pepper...
— ¡No! ¡NO PUEDO MAS! ¡ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER! ¡LO NECESITO!
No pedía estar con él, no quería alejarlo de Virginia, por más que su mente y corazón le giraran con fuerza que el podía hacer muchísimo más feliz a Tony de lo que jamás fue, solo pedía que lo dejaran amarlo, a la distancia, sin decir nada, sólo eso...
Todo su ser lloraba, por tanto tiempo de reprimir sus sentimientos, por llorarle en silencio por meses, semanas, días e incluso años, no soportaba, no quería más, ya no...
Su habitación se sentía sola a pesar de contar con la presencia de MJ, quien no podía hacer más que ver cómo su mejor amigo lloraba amargamente por alguien que jamás le correspondería.
A este punto, Peter ya se había levantado de su cama y había arrojado todo lo que tenía encima de su mesa da noche.
La lámpara de porcelana, último recuerdo de sus padres ya estaba en el suelo, hecha trizas, tal como se encontraba su corazón en esos momentos, sin fuerzas, sin vida...
ESTÁS LEYENDO
Segunda y segura opción
Fanfiction"No quería oír más su nombre, no quería saber más de él, pero el destino era un maldito engendro del mal que se encargaba de restregarle la verdad en la cara, lo amaba y con locura, al grado de olvidar sus valores, su moral, principios y prioridades...