Memory.

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La miraba desde aquella cama de hospital, su cuerpo estaba allí pero su esencia, aquello que lo convertía en "él" no estaba, nada de lo que Levi Ackerman había sido alguna vez estaba en ese cuerpo ahora lleno de preguntas, dolor y mal humor.

El doctor intentaba explicarle el motivo por el cual se encontraba allí pero el mal humor del azabache era mayor echando a todo mundo de la habitación incluida la mujer castaña de gafas a la que no reconocía.

-Señora Ackerman, hacemos lo posible pero él es muy hostil- dijo el facultativo muy preocupado.

-Soy señora Zoe o Hange, jamás tome el apellido de mi esposo porque me parece ridículo tener que adoptar un apellido que no es mío y referente a Levi... él es así- suspiro resignada - Ha vuelto a su "configuración de fábrica" por así decirlo, necesita mano firme.

-No podemos ser hostiles con los pacientes- dijo el doctor mientras se pensaba como ponerle mano dura a un paciente.

-Ustedes no, pero yo sí, venga y le demostrare como se debe tratar a Levi Ackerman.

Volvió sus pasos a la habitación 502 de donde había sido echada cual cachorro sucio hace solo unos minutos, el mal humor había reinado en el lindo rostro del hombre de cabello negro con una venda en su cabeza, miro a la castaña e iba alzar la voz nuevamente hasta que ella levanto una mano indicándole que esperara.

-No voy a quitarte mucho tiempo, imbécil- comenzó bajo el impacto del hombre en cama y el doctor tras ella- Esa mierda debe doler como el demonio –apunto la venda en su cabeza- No es culpa del doctor, ni mía y tampoco tuya que esto haya pasado pero deben evaluarte y explicarte por qué estás aquí recordando la mitad de tu vida y odiando a todo el mundo, así que hazte y haznos un favor y deja de ser tan malditamente irritante por unos minutos ¿Te quedo claro?

-Tch- chistó molesto- Bien ¿Qué carajos paso?- miro al doctor en busca de respuestas.

El hombre se dio a la tarea de explicarle que había sufrido un accidente cerebrovascular más conocido como ACV hemorrágico, lo que en palabras simples era que su cerebro que había llenado de sangre gracias a una arteria que exploto lo que a su vez daño parte de sus recuerdos y que aun debía evaluar que otras secuelas pudo haber dejado. La venda y el dolor específico en su cráneo eran por la operación a la que había sido sometido para extraer la sangre y suturar su arteria dañada.

-Bien, eso explica el dolor y me estadía aquí, pero ¿Quién eres tú?- le hablo a la castaña no de muy buena manera.

-Tu esposa- dijo mientras apoyaba sus manos en el borde de metal de los pies de la cama de hospital dejando ver una enorme argolla de matrimonio y sobre ella un lindo anillo de compromiso con un pequeño diamante – No te preocupes, se perfectamente que no lo crees y que posiblemente te cuestiones como fuiste a casarte con alguien como yo porque no soy para nada tu estilo- entonces se cruzó de brazos- Pero así están las cosas.

-Si no eres mi esposa entonces definitivamente eres clarividente porque dijiste todo lo que estaba pensando, supongo que si estamos así de comprometidos no es correcto echarte de la habitación- dijo no muy conforme.

-No quiero quedarme en donde no me quieren – sonrió amargamente –Solo quería estar presente cuando despertaras, tu madre espera verte, le diré que pase, hablaremos cuando quieras saber más cosas sobre tu vida después de la universidad. Adiós Levi.

Salió de la habitación con la cabeza en alto con paso seguro, cerró cuidadosamente la puerta y se alejó unos metros de la habitación, entonces a mitad del pasillo tapo su boca mientras dejaba salir el llanto desesperado siendo recibida por los brazos de su suegra a los segundos abrazándola fuerte y preguntando qué pasaba, explico entre sollozos mientras la mujer frente de ella la contenía como podía.

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