Capitulo 1: Adiós profesor

234 21 2
                                    

El molesto sonido de una batería sonaba por todo mi apartamento y yo miraba con rabia el techo como si así el sonido iba a terminar pero estaba muy equivocada pues en vez de terminar este aumento de volumen haciéndome poner furiosa ¿era tan difícil para mis vecinos entender que no quería despertar escuchando sus escándalos?

Agarrando una camisa y pantalón me vestí para luego salir del apartamento, ese molesto sonido era mi despertador matutino pues mi molesto vecino de arriba se creía estrella de rock junto a sus otros amigos que por milagro hoy no estaban o no sería solo el sonido de la batería sino el de una guitarra desafinada y los gritos agudos del "cantante" el que me despertaran.

Camino por las calles transitadas de la ciudad hasta llegar a la universidad y casi de manera inmediata mis pies avanzan con vida propia hasta la cafetería de la universidad donde Adriana, la señora de la cafetería, me ve con una sonrisa preguntando qué voy a comprar.

–Hola Adriana dame un emparedado de pollo con un jugo de manzana y un ponqué de vainilla –pido y ella asiente

Tengo cerca de 3 años conociendo a Adriana, al principio ella solo me atendía de buena forma pero al ir pasando el tiempo en la universidad se aprendió mi nombre y me comenzó a tratar con mayor confianza pues paso mucho tiempo aquí estudiando y sé que dirán ¿puedes estudiar con toda la gente ahí? Pues sí, son menos ruidosos que mi vecino y sus amigos.

–Aquí tienes cariño, espero salgas bien en ese examen que me contaste tendrías –dice y sonriendo le entrego el dinero que corresponde a la orden

–Gracias, te contare más tarde que tal fue todo –respondo con una sonrisa autentica que solo me ha nacido con ella y mis amigos más cercanos

Desde la muerte de mamá la cual fue hace cerca de 4 meses no sonreía mucho, siendo sincera solo lloraba por haberme quedado un poco más sola pero con mi pequeña familia y mis amigos siendo mis payasos personales fue inevitable no reír en algunas ocasiones por sus ocurrencias y luego estaba Adriana, ella siempre fue dulce y maternal conmigo, no se la razón pero ella siempre me trata con ese toque de mamá osa. Ella se preocupa por mi alimentación, pregunta por mis estudios y demás, eso siempre me ha hecho sonreír aunque a veces creo que remplazo a mamá con ella y eso hace que algo dentro de mí, quizás mi corazón, se rompa un poco.

Termino con mi comida en un dos por tres mientras repaso algunas cosas no relevantes para mi segundo examen de sociología y camino al salón que se encuentra con algunas personas ya dentro. El profesor Doubront siempre ha sido un profesor excelente y, debido a eso, sus clases siempre están repletas, es muy bueno a la hora de impartir sus conocimientos sobre su materia, se nota por la pasión y entrega al hablar en clases que el ama su carrera y eso me gusta pues logro entender cada palabra aunque algunos digan que es tediosos y se exceda demasiado.

– ¿Estas preparada para el examen? –comenta mi amiga Rose sentándose a mi lado y asiento

–Me siento preparada, no pare de estudiar estos dos últimos días cada palabra de las clases –digo confiada y ella me ve con una cara de angustia – ¿No estudiaste? –pregunto

–-Si lo hice pero no tanto y siendo honesta no creo sacar una nota sobresaliente –murmura triste

–Tranquila, aún falta para que termine el semestre, seguro que aunque no saques la mejor nota apruebas y con las siguientes evaluaciones logras recuperarte –comento abrazándola y ella sonríe asintiendo

–Tienes razón, si salgo mal en el examen ya en el siguiente me podre recuperar y patear el trasero de todos –grita llamando la atención de algunas personas cerca y esto hace que sus mejillas se coloquen como dos farolas rojas

Secretos en la facultadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora