Capítulo 5

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El conjunto era de color negro, un sostén de encaje con un ligero el cual tenía una especia de bolsa al lado izquierdo. Entró al cuarto unos minutos después con un vestido muy legante.

Te ves muy bien.- Sonrió.- Ven te pondré algo.- Colocó una caja negra un poco grande pero no tanto, lo puso entre mis pechos y lo sujetó con unos listones que iban a juego con la ropa interior después puso un arma en la bolsita de la parte izquierda del conjunto.- Ahora ponte el vestido.

Hice lo que me pidió, si no estuviera secuestrada diría que me veo muy bien pero mi cabeza no daba tanto para pensar mucho en esas cosas. Mi mente estaba en otro lado, era como si no reaccionara.

Caminamos de nuevo a la sala donde mataron a la chica y ahí estaba el jefe junto con los secuestradores incluido Jungkook, los cuales cuando entré se me quedaron viendo.

-Sean respetuosos caballeros.- Se puso de pie el jefe.- No la miren con deseo y me estoy refiriendo a ti Jimin.

-No puedo evitarlo.- Jimin me veía de una manera morbosa pero traté de ignorarlo.

-¿Acaso quieres una golpiza? Jungkook habló dirigiéndose a Jimin.

Jungkook, nunca habías estado así por una chica.- Se burló el jefe de Jungkook.- Te tengo una mala noticia, no es de nadie. El plan es este, te llevaremos a una fiesta, estando ahí tendrás que encargarte de seducir al anfitrión para después matarlo. Tienes un limite de tiempo, no hagas nada estúpido porque tienen ordenes de matarte. Estarás vigilada dentro y fuera de la fiesta, eso es todo. ¿Te quedó claro?

Solo asentí con la cabeza, no dejaba de mirarlo fijamente, notaron mi actitud porque todos se quedaron callados. Por mi mente estaba la imagen de matarlo de un solo tiro, podía lograrlo sería rápido. Inconscientemente saqué el arma y le apunté, los hombres incluido Tae, Jimin y Jungkook me apuntaron con sus armas.

-Calma.- Subió sus manos.- Eso no lo quieres hacer, hay más de cincuenta hombres en este lugar no saldrás viva, además te tratamos bien. No es lo que quieres hacer créeme.

Bajé el arma y tragué saliva por lo estúpida que había sido. Con muchísima suerte no me harían nada.

-Largo de aquí, recuerden que el tiempo es oro para mí.- Jimin me tomó del brazo y me llevó a la camioneta.

-Me estás lastimando.- Me quejé y me solté de él.

-Tienes suerte de que eres ...- Lo interrumpió Tae.

Ni se te ocurra.- Lo regañó y Jimin me dejó en paz. 

Cuando entré a la camioneta, sus asientos eran un poco incomodos, sólo había seis asientos que quedaban frente a frente y al final de ella había dos computadoras donde ya se encontraban dos hombres sentados. 

Me senté y Hyun sacó un pequeño auricular y lo colocó en mi oído para después peinarme para disimular la cosa que me había puesto.

Las calles por donde conducían las podía reconocer estando dormida, estábamos cerca de mi casa. Mi cuerpo no reaccionó como esperaban los demás, tres de los hombres tomaron con más fuerza su arma esperando un escándalo por mi parte, al ver que no fue así relajaron sus músculos dejando de apretar sus armas. Fue muy extraño.

El auto se detuvo antes, podía ver que la casa de la fiesta era la casa de mi novio. ¿Quién carajos hace una fiesta cuando tu novia está secuestrada? Me invadió una sensación de tristeza al pensarlo.

-Oye _(tn), recuerda que estaremos vigilando todo lo que haces, por video y audio. Más te vale regresar pronto y no hables con mucha gente.

Me coloqué el antifaz y bajé de la camioneta, me dirigí a la casa y cuando entré habían muchas personas bailando, bebiendo, drogándose incluso mujeres que se estaban desnudando mientras las rociaban con bebidas el cuerpo. Seguí caminando entre las personas hasta que un hombre chocó conmigo, me tomó del brazo mientras me decía obscenidades por la ropa que vestía pero pude zafarme y seguí mi camino. Me asusté porque una voz se escuchó muy cerca, como si estuviera muy cerca de mí, olvidé que podían hablarme por el auricular que me dieron.

Me enamoré de un criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora