ACTO I. 1.- Un dia Habitual

44 0 0
                                    



No se cuanto tiempo ha pasado desde que Rem se fue. Me la paso tirado en mi cama mirando mi techo húmedo ya que ha llovido mucho últimamente. K riko moho debe estar formándose, aber si me saco algún plato especial con eso.

Aparentemente me he rendido luego de tal despedida digital que tuve con rem. Tampoco es que pudiera hacerme bits, asi que opto en ponerme triste como el protagonista de Her. Me parece gracioso el hecho de que fue cuckeado por un robot. Una roboinfidelidad cibernética asies asies.

Rebuscando entre mis pensamientos recordé que tal película traía un significado bueno y era el de saber despedirse, asi que eso hare. 

Salto de la cama y me destapo, me agarra el frio de la pampa de Huánuco, Tomo una Rosa, me acerco a mi sillón y Digo.

-Ya fuef, No lloren por mi ya estoy muerto.


-Que mundo gris, o quizas me estoy volviendo  daltonico. Mas triste que cuando sayori se mato y joxma creo el nuevo amazonas salado. Ya es hora de que valla de compras semanales la verdad.

Me levanto lentamente como si se tratara del polvo al sacudir la alfombra, me pongo mis pantuflas y mi bata afelpada para ir de compras.

Al abrir la puerta noto como la perilla estaba fria, cierto, estaba lloviendo. Me dispongo a coger mi paraguas que tenia una sensación familiar a pesar de haber sido comprado hace 2 días en el mercado "Mega gay zone" por un colombiano.

Al abrir la puerta me llega un frio descomunal que me congela los labios, labios compartidos, labios dividos, mi amor.

Doy unos pasos adelante cierro la puerta a mis espaldas, me aseguro de que las llaves  estén en le bolsillo de mi bata. Camino con cara de culo, mirando al frente, con ojos de pez muerto para que la gente se de cuenta de que paso un mal momento pero de todas maneras no se percate porque todo pasa en mi mente.

Camino rápidamente por la pista y al mirar a la izquierda recuerdo cuando atropellaron a una paloma en esta calle. Que fugaz la vida, que poderoso el darwinismo, nunca había visto un carro cazando a una paloma, así que fue una experiencia bastante enriquecedora.

Ya a las puertas del super mercado, miro a mi alrededor. Tan lleno como siempre en tiempos de pandemia, todos usando casi la mascarilla a la altura de los webos. Me dispongo a entrar.

Entre campante por la entrada (Por donde mas ve). Camine fingiendo sabiendo a donde voy para no parecer sospechoso ante los policías, y sin cruzar miradas con ninguna compañía telefónica que se asentaban a lo largo de la entrada.

Como es de costumbre camino por la zona refrigerada sin comprar nada, solo contemplar lo caro que esta el queso me hace acordarme de lo viejo que ya estoy. Con esperanza de cruzar miradas con alguna dulce fémina, binaria, no mama soltera, gótica que traiga en su carrito de compras helado. Indispensable el helado la verdad.

Nada interesante al parecer, así que me dirijo rápidamente sorteando el covid hacia el pasillo de embutidos. En medio del camino veo la sección de pañales y agradezco a dios de no tener hijos y que a lo mejor nadie me vera ahí hasta que encuentre a alguien como Rem.

Al recordar a rem recordé tal batalla en el bar contra el venezolano, que pelea por dios, que adonis que era. Y Rem apoyándome.

5 Segundos después me hayo en medio del pasillo agitando el paraguas como un subnormal. Una ancianita se me acerco y me dio unas palmadas en la espalda. Sentí su pena. Desanimado baje el paraguas e hice una reverencia, quizás con esto podría fingir que es una cámara escondida y es un video para tiktok.

Crónicas del detective i̷̧̮̒k̶̟̃r̶̨͑0̷̢͒͆ : Cuantic i̷̧̮̒k̶̟̃r̶̨͑0̷̢͒͆verseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora