ACTO II. 4.- Colonia

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Me hallo sentado en medio de una montaña. El viento helado golpea mi cara, el pasto se siente muy bien en mis manos. Como si estuviera solo en este lugar miro alrededor, las nubes se levantan imponentes en el cielo casi rojizo, en el fondo se pueden visualizar nubes grises.

-Esto me da mala espina.

Arboles muertos a mi alrededor, puedo distinguir un camino. Bastante desolador creo yo, tierra seca y piedras sin mas, pero un camino después de todo.

Al asomarme por las ramas logro ver una ciudad bastante a la lejanía, indudablente estoy en Huánuco. Pero algo me parece extraño, la ciudad parece mas gris que antes. Me parecería a simple vista que ni siquiera veo carros pasando.

Doy unos pasos mas hacia adelante, con el viento dándome a la  cara era un poco difícil abrir bien los ojos.

Al visualizar puedo notar que me encuentro entre muchas piedras blancas, pequeñas puestas en el suelo. Seguramente son de esos partidos políticos que hay últimamente, no le doy mucha importancia.

Ante tanta soledad me doy cuenta que la naturaleza no es muda, sino que los sordos somos nosotros.

La ciudad esta muy lejos, no se si llegare siquiera este día. Ni siquiera sabría por donde empezar.

Paso a paso con cuidado para no tropezarme con alguna roca, noto 3 siluetas negras rodeando un manto negro. No las distingo bien pero al parecer son formas humanas. 

Me escondo detrás de una roca con cautela. Fácilmente podrían ser traficantes de órganos, acercándome con discreción en 100

 Fácilmente podrían ser traficantes de órganos, acercándome con discreción en 100

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Logro escuchar, un poco de lo que dicen estos hombres. Y me doy cuenta que hay una persona tendida en medio de ellos.

-Creo que ya es hora del sacrificio. Todo por nuestro Rey Correa. Dejen que la sangre empape estas tierras, y las semillas florezcan con la sangre de los impíos.

Sin antes procesar lo que había escuchado se escucho un disparo.

El hombre yacía muerto entre ellos, los 3 hombres, ahora que noto vestidos de fuerzas especiales de Huánuco se arrodillaron a rezar.

Desde cuando hay fuerzas especiales en Huánuco, en estas tierras de nadie ,me preguntaba.

De pronto sin previo aviso, mi estomago empieza a contraerse. Diablos era la salchipapa que comí? el viaje Inter dimensional me causo alguna especie de problema estomacal?

No podía moverme bien gracias al dolor de mis intestinos. Empiezo a perder el conocimiento, pero me mantengo fuerte. En esos momentos apenas podía concentrarme en mantener mi propia existencia.

Tropiezo con una rama, que suena como cohete de navidad.

Los policias se levantan asustados y me miran.

Crónicas del detective i̷̧̮̒k̶̟̃r̶̨͑0̷̢͒͆ : Cuantic i̷̧̮̒k̶̟̃r̶̨͑0̷̢͒͆verseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora