Esa misma tarde le envie un mensaje a Lana, iríamos a la feria. Ella cree que logró convencerme, pero no tenia idea de lo que había sucedido momentos antes en el parque.
Camino a casa lo vi, saliendo de un local con un café en la mano, con aire despreocupado, caminaba a paso tranquilo pero al ritmo de alguna canción que escuchaba en sus auriculares. Por casualidad, íbamos hacia el mismo lado, y, aunque intentaba distraerme y mirar hacia otro lado, no podía evitar girar mi cabeza hacia la vereda de enfrente, concentrarme en su remera y sus jeans holgados, detallar su nuca y su alto cuello. Sin pensarlo siquiera crucé la calle y toque su brazo. Volteó a verme, quitándose sus auriculares con visible confusión.
-¿Que haces aquí?
-Vivo a unas calles de aquí, y como te vi solo, me preguntaba si podíamos caminar juntos.
-Claro.
Por desgracia, y como suponía, no era un chico de muchas palabras. Nisiquiera de miradas, constantemente miraba hacia el frente, casi como si yo no existiera.
-Y...¿tienes nombre?
-Daniel.
-Yo soy Maika.
-Lindo nombre. Dime Maika, ¿desde cuando te apasiona seguir desconocidos en la calle? -su comentario me tomó por sorpresa, no esperaba que me conteste, mucho menos que me diga aquello.
-Te diste cuenta... -Daniel me miro como si fuera algo obvio.
-Te vi desde que salí del negocio -dijo antes de dar un sorbo a su café.
-En realidad estaba yendo a mi casa, y no sabía si hablarte o no hasta que de repente ya estábamos caminando juntos -esto último lo hizo reir.
-Está bien, solo estaba jugando. Parece que tomas confianza rápido con las personas.
-Solo con las que me transmiten confianza -hablo encogiendome de hombros -y tu eres una de ellas.
-De verdad, eso es un peligro.
-Ay por favor tu estas caminando conmigo también, ¿no?
-Si pero es diferente...
-No me digas, es porque soy mujer, ¿verdad?
-En realidad iba a decirte que camino contigo solo porque tu me lo pediste primero, pero supongo que el ser mujer también es un riesgo para caminar con un desconocido.
-Bueno, me alegra ser quien toma las decisiones. Nos vemos en la noche.
-¿A donde vas ahora?
-A mi casa -le digo alejándome -dije que venia caminando hacia aquí, ¿o no?
Veo que sonríe levemente, y sigue su camino, ahora opuesto al mío.
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Séptimo Día
Short StoryMaika y Daniel parecen el uno para el otro desde aquella tarde en la que Maika lo salvó de una golpiza. Su conexión es fuerte e instantanea, pero por más infinitos que parezcan el amor y el deseo, el destino tiene planes maquiavelicos para ellos: u...