Ropa // Tsukkiyama

Falda

Fue una sorpresa que la clase eligiera un café donde las chicas vestían de chicos y los chicos de chica. Yamaguchi no se sentía muy seguro sobre ocupar falda pero le gustaba la idea de poder ver a Tsukki con una.

Tsukishima prefería no participar en nada y quedarse en casa descansando pero la mirada brillante de Tadashi lo hizo callarse y con leve enfado aceptó la propuesta, pero tampoco sonaba mal la idea de ver a un Tadashi con falda.

— ¡Muy bien! — dijo la delegada de la clase — ¿Quiénes de los chicos necesita alguna falda?

El evento se realizaría la siguiente semana justo el día viernes, aún tenían tiempo para ver las cosas que venderían y también ver que tipo de ropa se pondrían.

Tadashi miraba su cuaderno como si fuera lo más entretenido del mundo.

— ¿Qué sucede? — preguntó en un susurro Tsukishima.

Tadashi lo miró por unos segundos antes de que sus mejillas se tiñeran de un bonito rojo.

— Estoy algo nervioso

— ¿Ahora te pones nervioso señor modelo? — preguntó con burla.

La cara de Tadashi se había convertido en una fresa, detestaba que sacará el tema de las fotos.

¡TADASHI NO SABÍA QUE ESAS FOTOS ESTARÍAN EN CARTELES POR TODO JAPÓN! ¡SOLO QUERÍA MORIR!

Sabía que saldría en una que otra revista, o en uno o dos carteles... Pero nunca se le pasó por la cabeza que vería su rostro en carteles gigantes, incluso su familia le mandaba fotos en los lugares donde hacían promoción a la tienda.

Y para su sorpresa todos sus compañeros de clases con algunos conocidos le preguntaron si era aquel chico del cartel; cuando lo confirmó fue asfixiado por una avalancha de preguntas pero sólo la presencia del rubio espantó a los curiosos.

— Que yo no lo sabía, Tsukki — dijo el pecoso cubriendo su rostro con sus manos.

— Por supuesto que no sabías. — y Kei nunca le creía.

Después de todo, Kei podía ver la felicidad y emoción que le causaba Tadashi al verse en esos carteles, y Tsukki amaba eso.

El resto del día paso normal, no tendrían entrenamiento para ver las cosas del evento. Fue algo relajante para Kei —que no tendría que escuchar a sus compañeros de equipo— y para Tadashi le daba tiempo para estar con Tsukki.

Cuando volvieron a casa, sus manos se tomaban con firmeza, hablando de todo un poco —Tadashi hablaba y Kei solo escuchaba atentamente—.

Y se preguntaran... ¿Al fin son pareja?

La respuesta es un sí, pero nada había cambiado en ambos. Solo eran un poco más cariñosos y sólo eso.

Kei dejó a Tadashi en la puerta de su casa, tomó el rostro pecoso entre sus manos y besó los finos labios de su pareja como forma de despedida.

Tadashi cuando vio que la espalda del rubio desaparecía en la lejanía, decidió entrar a su hogar.

— El amor joven es tan lindo — Tadashi de había asustado al escuchar a su madre de la nada.

Del susto a la vergüenza, pasó casi corriendo hacia su habitación.

Dejó su bolso en su escritorio y se lanzó a su cama para dormir un poco.

Decidió tomar un baño, hacer algunos trabajos que dejaron los profesores; pasó un largo rato encerrado en su habitación hasta que llegó la hora de la cena.

Su padre ya había llegado a casa, sus padres estaban sentados esperándolo.

— Necesito una falda — dice normal Tadashi mientras lleva un poco de arroz a su boca.

— ¿Falda? — su padre repite lo último como si hubiera escuchado mal.

Tadashi solo asiente con la cabeza y sigue comiendo.

— Tengo un par de faldas largas, tendré que buscarlas. ¿Pará cuando las necesitas? — Aiko está pensando en donde debería buscar.

— tengo un evento y necesito una falda. Las chicas se visten de chicos y los chicos de chica, solo eso.

— Que salón más extraño — comenta el señor Yamaguchi. Aiko y Tadashi le dan la razón.

La semana se fue como si fueran segundos y todos estaban corriendo para ver si todo estaba en su sitio. Todos estaban listos con sus vestimentas solo faltaban Tadashi y Kei para poder cambiarse.

— Rin-kun no podrá asistir hoy por problemas de salud — dijo la delegada frente a todos, estaba nerviosa... O estresada. — Necesitamos que alguien esté preparando los platillos.

Tsukishima se levantó con rapidez ganándole a él resto de sus compañeros.

— Yo lo hago.

Tadashi se sintió traicionado por su pareja.

Kei acompaño a Tadashi hasta el baño de varones para que pudiera cambiarse con tranquilidad.

— No es justo Tsukki. Yo debo ponerme una falda mientras tú puedes ocupar el uniforme, yo soy el único que debe estar con esto. — aunque Kei no pudiera verlo, sabía que su novio estaba haciendo un puchero.

— No serás el único.

— Ya sabes a lo que me refiero — Tadashi soltó un suspiro. — ahora salgo... No te burles.

Kei espero con paciencia apoyado en los lavamanos, vio como la puerta que lo separaba de Tadashi se abría lentamente, no pudo controlar el sonrojo en sus mejillas.

Tadashi vestía con la camisa blanca del instituto pero era acompañado por un corsé negro y detalles plateados, y por último, una falda color azul pastel que le llegaba hasta más abajo de las rodillas.

— ¿Y? ¿Cómo me veo? — Tadashi daba vueltas con lentitud.

Kei se acerca con lentitud hasta su lindo pecoso que al ver que se acercaba detuvo su movimiento. Las manos del más alto le tocaron del rostro para poder besar los labios del otro.

— Precioso. — solo esa palabra sirvió para que se sintiera seguro con su ropa.

Cuando volvieron al salón todos le decían lo bonito que se veía, en vez de ayudar que se sintiera mejor... Lo cohibieron. Y Kei no estaba nada contento con eso.

Extra:

El aula donde asistían Hinata y Kageyama habían hecho un puesto de comida rápida, para gracia de Kei ambos se disfrazaron de las peores cosas —según el rubio— que pudieron encontrar. Hinata de una hamburguesa y Kageyama de una caja de leche.

Nadie sabía por qué había escogido una caja de leche pero nadie tenía el valor para decirle algo al chico de cabello negro.

A la hora de almuerzo, lo único que escuchan el grupo de amigos eran las palabras burlonas de rubio y las respuestas del peligro; tanto Yachi, Hinata y Yamaguchi se preocuparon de contar sus experiencias y comer su almuerzo con calma ignorando a los otros dos. 

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¡Holi! Mido-chan dando señales de vida.

Me demoré mucho escribiendo este capítulo, no tenía inspiración. Pero ojalá les guste.

Muchas gracias por leer.

Nos vemos para la próxima actualización.