𝘾𝙤𝙣𝙣𝙚𝙘𝙩𝙚𝙙 - 𝐤𝐧𝐣 𝐍𝐚𝐦𝐣𝐨𝐨𝐧 𝐲 𝐒𝐨𝐨𝐫𝐢𝐧 BOOK 2 -EN EDICION-

𝘔𝘦𝘯𝘴𝘢𝘫𝘦

Hola, Cheek. Espero no te moleste que te mande mensaje a tales horas. Jaja

Recibido 4:32 am

¿Qué mierda? Soorin estaba lo suficientemente dormida como para no contestar el mensaje. Después de regresar del Wake Bar tenía planeada una buena sesión de sueño. Sulhee dormida plácidamente en el sillón principal, Hye apenas podía acomodarse cómodamente en su cama. Su respiración era pesada y Jiyoung se quedaba con Sangmi en la habitación principal. Se recortó en la cama provisional, hacía meses que no dormía bien.

Debían encontrar otro apartamento pronto. Esperaba que con el préstamo las cuentas cuadraran y pudieran reunir lo suficiente como para cambiarse lo más pronto posible. El mensaje la había desorientado mucho. No recordaba, ni reconocía ese número. Quien había conseguido su número y osaba molestarla a tales horas.

Namjoon no habia entendido a Yoongi cuando le exigio pedir el numero de alguna de las chcias. Sabía que era una especie de broma, una jugarreta de Seokjin para hacer interesante la noche, pero tampoco se había arrepentido de pedirle el número a la hermosa chica. Su historial de citas era pequeño a decir verdad. Las mujeres siempre lo veían como el mejor amigo, un gran conversador, inteligente y sencillo, pero jamás como un amante apasionado.

Era inutil, Nam no se podía ver a sí mismo en una relación estable pero igual que Yoongi, al finalizar la noche, un sentimiento intenso brotó en torno a las cinco chicas. Sentía que estaba conectado con ellas. Antes de que la pelea abriera paso a gritos y desesperación, Namjoon pudo observarlas a lo lejos.

Todas las amigas son hermosas, bien podrían ser la definición de Afrodita para él. Pero el tener el teléfono de una de ellas le parecía una clara ventaja. Se había sentido tonto al enviar el mensaje, tanto como cuando pidió el número. Y aumentó cuando recordó que no sabía ni siquiera el nombre de la chica tenía. Patético.

Como llamarla, si lo único que recordaba eran sus regordetas mejillas rosadas. Quien sabe, quizás un apodo tierno le ayudará a no parecer un chico interesado en una amistad, Cheeks. Suena bien, sería un buen intento para coquetear a la chica.

A la mañana siguiente Soorin tenía una reunión importante. El señor Kang se reuniría con ella para acordar los términos y condiciones de su contrato. Debía conseguir esa conexion. Sulhee cocinaba pancakes cuando la pelinegra se levantó desesperada. Maldición, llegaría tarde. Se tomó una ducha rápida y salió corriendo del apartamento.

El Green Coffee estaba a más de 10 manzanas de su casa. No tenía tiempo para correr así que tomé el primer taxi que encontré. Necesitaba cerrar ese trato, Kang era un hombre duro de convencer. La fiesta de cumpleaños de su hija Daehuyn era un evento exclusivo que le aseguraría un buen puesto en el periodico nacional, asi como asegurar futuros contratos. Lo necesitaban.

Al llegar al lugar divisó al inmenso hombre sentado en una de las mesas centrales, acompañado de dos enormes guardaespaldas. De un momento a otro a Soorin las piernas parecían bloquear.

-Shin SooRin - mencionó el hombre, cuando la chica se acercó. Soorin hizo una reverencia. Sentía la potente mirada de sus acompañantes en ella.- Siéntate niña, La señora Choi habló maravillas de su servicio de banquetes.

Soorin tomó asiento y sonrío.

- Me alegra que haya quedado satisfecha con nuestro servicio - respondió la chica.

- Sin embargo, a mi no me convencen del todo- dijo el señor Kang.- Aun son muy jóvenes para dar un buen servicio.- Ataco.

Sorin trago saliva, no quería arruinar las cosas. Era cierto que sus amigas y ella eran nuevas en el negocio. Si bien tuvieron que escalar desde cero para conseguir su pequeño local en un barrio decente de la ciudad tenía mucho que aprender.

- Nuestro servicio se basa en darle al cliente lo que pida - mencionó la castaña.- Cumpliendo con nuestros estándares de calidad.

- Si, bueno.- respondió el hombre.- Jamás has atendido a mi princesa. Daehyun es especial cuando se trata de su cumpleaños.

La chica asintió .- Estamos enteradas del excelente gusto de su hija .- respondió con seguridad. Aunque debajo de la mesa sus piernas no paran de moverse. Su estómago sonaba y sentía náuseas involuntarias.- Podemos asegurarle que su evento tendrá todo lo que ella desee.

- Ella misma pidió su servicio .- respondió Kang. Soorin sonrio.- Sin embargo, deben estar advertidas. Un solo error y su negocio parece más rápido que una flor en invierno.

Soorin era consciente del poder del señor Kang, deseaba acceder a la lista de clientes exclusivos, simplemente sería una oportunidad inmensa. Sulhee la mataría si pierde esta oportunidad.

- Bien, están contratadas.- declaró el hombre sacando su bolígrafo, parecía tan caro. Las manos de Soorin temblaban. Lo había conseguido. Tenía el contrato.