𝘾𝙤𝙣𝙣𝙚𝙘𝙩𝙚𝙙 - 𝐤𝐧𝐣 𝐍𝐚𝐦𝐣𝐨𝐨𝐧 𝐲 𝐒𝐨𝐨𝐫𝐢𝐧 BOOK 2 -EN EDICION-

𝘊𝘳𝘪𝘮𝘦𝘯

Ese tipo de cosas solo se le podían ocurrir a Jiyoung. Un chico alto y delgado tocaba la puerta del apartamento. Sulhee atendió. Soorin tenía unas inmensas ganas de exponer a su amiga. Robaste un celular es claramente un delito, pero al ver lo preocupada que estaba Jiyoung por encontrar al dueño del aparato prefirió ayudarle. Aún no le había dicho que sabía que había pasado su número telefónico, seguramente como una especie de venganza pero qué más daba.

El chico se miraba serio.

- Ni intenten negarlo, se que está aquí.- el castaño miró a Sulhee con severidad. Tenía consigo un teléfono que seguro rastrear el celular hasta ahí.

- Por qué no hablamos como personas civilizadas y entran para arreglar esta situación.- mencionó Sulhee con total calma.

El pelinegro que venía con el chico asintió y palmeo la espalda del chico alto. Seguro este estaba demasiado tenso como para contestar. La castaña los invitó a pasar apartándose de la puerta. Jiyoung se cubría de la situación detrás de Sangmi quien parecía observar divertida la escena.

- Te estuve marcando para que devolvieras mi teléfono.- contestó Hoseok, su tono era agresivo e intimidante.

- Calmate.- Taehyung intentó calmarlo.

- Ni siquiera me dejaste responder.- ataco Jiyoung.- Solo gritabas como desquiciado.

- Es mi celular por dios.- respondió el chico.- Tengo cosas importantes ahí.

- Disculpame, quieres pero en primer lugar tú me diste tu celular.- la furia de Jiyoung era predecible.

- Calmense ambos, solucionemos esto como personas normales.- Ataco Sulhee, poniéndose entre su amiga Sangmi que protegía a Jiyoung y un impetuoso Hoseok.

- Vale, Hoseok solo quiere su celular.- respondió Taehyung.- Ayer tuve una audición muy importante que se vio arruinada por qué no contestó las llamadas.- el pelinegro parecía ser sensato.

Si eso le pasara estaría aún peor que el castaño, pensó Soorin.

Sulhee le pidió a Jiyoung con la miraba que le devolviera el celular, o lo que quedaba de él. Hoseok quería llorar, su pobre teléfono apenas tenía sonido, la pantalla estaba rota en dos esquinas y su fondo de pantalla apenas era visible.

- ¿Que le has hecho?.- grito molesto Hoseok.

- Por eso mismo no te lo daria, conseguiría arreglarlo.- replicó Jiyoung.- Nunca fue mi intención, solo salió volando de mis manos.

Taehyung hizo una mueca, mientras que a Hoseok se le iba el aire. Sulhee le ayudó a sentarse parecía estar en una especie de shock.

- Considero que lo más justo es que Jiyoung le preste el celular.- dijo Soorin divertida.

De todos los presentes a ella no le afectaba en nada la situación. Pero consideraba divertido atacar a Jiyoung por divulgar su número telefónico. Su amiga la fulminó con la mirada, sabía que se metia con algo sagrado.

- A mi me parece justo.- respondió Taehyung, apoyando a su amigo.- Si conseguimos otra oportunidad presentandote hoy y les explicamos la situación puede que arreglen la situación del casting y te den el empleo.

El pelinegro hablaba con su amigo, mientras Sangmi reprendió a Soorin. Jiyoung no tenía opción, Hoseok estuvo de acuerdo en intercambiar teléfonos, en lo que Jiyoung conseguía arreglarlo. Cuando los chicos de fueron Soorin decidió hacerla confesar su crimen.

- Admite que fuiste tú quien le dio mi teléfono al chico.- reclamo Soarin.- Es tan injusto.

- Porque Soorin.- respondió la castaña.- El chico parecía lindo, quizás te quite ser tan ermitaña.

Hyesun contemplaba la escena estupefacta. Si bien Soorin y Jiyoung tenía ideas diferentes, eran muy similares y verlas pelear era demasiado extraño.

- Te hice un favor Soorin.- siguió Jiyoung.- Aprovechalo.

Dicho eso, Jiyoung salió del departamento enojada. Seguro hoy no era su día. Hyesun comía galletas de chocolate mientras su prima se tranquilizaba.

- Seguro no lo hizo con mala intención Soorin.- comentó Hye.- Ella solo lo hizo como diversión.

- No me refiero a eso Hye.- replicó la pelinegra.- Es peligroso, que tal si ese Namjoon es un secuestrador, acosador, pervertido como el tipo del otro día. Hyesun se incomodo, si bien había acordado no hablar más del tema seguía incomodandole.- Lo siento.- se disculpó Soorin.

- Dime no le has respondido a Namjoon desde el otro dia.- cuestiono Hye.

- No y tampoco pienso hacerlo.

- Oh vamos Soorin.- ánimo la castaña.- ¿Quizás sea una sorpresa y el chico sea tu futuro chico perfecto?. Dicho eso Hye tomó el teléfono de su prima.

Namjoon se sentía mal, acaso la chica lo había olvidado, recordó haber sido encantador, lo que le sumó color a sus mejillas. Maldición. Era un idiota definitivamente.

No recuerdo haberte dado mi número, Namjoon

Recibido 16:23 pm

Todavia mas patetico, enserio. Debia considerar realizarse un embrujo para alejar tanta mala suerte. Decidido a no seguir respondiendo el mensaje se sentó en su sala de estar. Su departamento no era de lujo, un pequeño espacio con una recamara principal y la oportunidad de tener dos sillones le daba la comodidad necesaria. Un escritoria espaciosos en su habitación decoraba gran parte de esta y una cocina integral que rara vez usaba, su humilde hogar. Se dispuso a comenzar una serie cuando Seokjin lo llamó.

Namjoon, amigo.- dijo Seokjin por el teléfono.

Dime.- contestó el castaño.

Reunión hoy en tu casa.- dijo Jin.- Y no te quejes haré algo delicioso para cenar.

Dicho eso colgó. Genial, ahora debía conseguir alimento para siete bestias hambrientas. Se dispuso a limpiar su departamento, pasando una pequeña aspiradora que lograba limpiar cualquier lugar. Namjoon era la descripción de un hombre pulcro. Quizás por eso la mayoría de las reuniones se hacían en su casa, dado que el hogar de Seokjin y Yoongi era grande pero siempre estaba lleno de papeles por el desordenado de Jin o el espacio compartido de Taehyung y Hoseok que aunque era espacioso, era un desastre mayor. Los únicos con casa decente eran Jimin, Jungkook y él. Jimin con un departamento relativamente lujoso, no permitía que todos entraran a su hogar. Jungkook tenía una pequeña habitación en el complejo estudiantil y Namjoon gozaba de su departamento de 10 x 5 con dignidad.

El teléfono de Namjoon volvió a sonar. Un nuevo mensaje ha entrado a su aplicación de Whatsapp.

Vale, ya sé quien eres Namjoon. Me alegra que me mandes un mensaje.

¿Cómo estás?

Recibido 20:29 pm

Si seguro sus ojos lo engañaban.

Soorin no sabía porque había enviado el mensaje. Podía llamarlo un impulso.