♡Capítulo 18♡

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Un año después...

Observo por mi ventana como caen las hojas de los árboles; es un claro recordatorio de que el otoño ya nos había llegado.

El jardín está cubierto por aquellas hojas coloridas, recuerdo cuando de pequeño correteaba por los alrededores de dicho lugar; era mi sitio favorito.

Sincronizo mi celular con el bluetooth del reproductor que había instalado antes de mudarme a mi propio departamento y coloco la canción de Where I Stand de Mía Wray; esa canción me llega a lo más profundo de mi corazón. Visualizo mi antigua habitación y veo los posters de mis escritores favoritos, camino por cada rincón y le paso las manos a aquellas fotografías que significan todo para mí.

Me había olvidado de lo tanto que añoraba mi lugar de refugio.

El día anterior había decidido visitar a mi familia, así que esa misma tarde vine a mi antigua casa; estaba a tan solo cuarenta minutos de la mía.

Es reconfortante ver que nada ha cambiado, solía quedarme horas muertas en mi pieza leyendo libros sin importar el tiempo que había pasado. Incluso hice que mi padre pintara mi aposento de un azul cielo, de manera que se viera más clara y mis posters pudieran resaltar en las paredes.

Camino hacia mi antigua biblioteca y recorro con mi vista cada libro que conserve, en especial mi favorito: Orgullo y prejuicio de Jane Austen.

El romance de época era lo que más me cautivaba, que bueno que he despertado de aquella realidad alterna, puesto que la vida real es más compleja.

—¡Austin! ¡Ya la cena está servida! —Escucho los gritos de mi hermana desde la planta baja y me encaminó hacia allí.

Hoy es un día especial, toda mi familia se ha reunido y hay que celebrar eso con una gran cena. Mi familia solo consistía en mis padres y mi melliza; nosotros cuatro éramos más que suficiente. No todos los días podíamos estar todos juntos pero sí se intentaba.

Bajo las escaleras y voy directo hacia la sala de estar donde se encuentra la mesa.

Al llegar a dicho lugar me detengo en la puerta y veo a mi madre sentada allí; está un poco mejor pero eso no quita que su enfermedad siga avanzando.

Durante este año que pasó lo único que he hecho es trabajar día y noche para mantener mi mente ocupada y estar para mi madre; su salud no está tan bien que digamos, puesto que ella nos había ocultado que estaba padeciendo eso desde hace dos años atrás.

Cuando eso sucedió ni siquiera nos enteramos por ella, un día cuando estábamos todos reunidos ella tuvo una recaída, no sabíamos que era y lo atribuimos a que estaba deshidrata o con mucho estrés, pero aun así papá insistió en que la lleváramos al hospital, no obstante, cuando fueron a decirnos lo que ella tenía nos quedamos paralizados. Estas fueron todas las palabras del doctor:

"Es increíble lo mucho que ella ha durado con eso sin tener una recaída, la leucemia no es un juego y debió tratarse hace mucho tiempo".

Recuerdo que en ese momento fue un golpe demasiado fuerte para nosotros, pues ella nos había ocultado durante dos años su condición y no solo lo ocultó, sino que mintió diciendo que tenía otra cosa.

Mis ojos arden por pensar en ello y niego con la cabeza para alejar aquellos pensamientos del pasado.

—¿Por qué no te acercas, cielo? —Su voz se escucha un poco ronca.

—Solo me quedé pensando unas cosas, mamá. —Camino hasta donde se encuentra y me siento en la silla que está a su lado.

—¿Y en qué piensas? —inquiere.

Tan solo una mirada ✅ [TST. Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora