Sorpresa

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Advertencia: Embarazo masculino, Binghe bottom, mención del Moshang.

El relinchido de los caballos, el ajetreo de cajas y las voces en son de quejas de los discípulos se escuchaba en la entrada de la cumbre An Ding

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El relinchido de los caballos, el ajetreo de cajas y las voces en son de quejas de los discípulos se escuchaba en la entrada de la cumbre An Ding.

— Esos salvajes de Bai Zhan, sus peleas sólo hacen que nuestro trabajo se acumule. Ni siquiera ese decreto los ha detenido de causar destrucción.— se quejó uno de los discípulos vestido de azul mientras subía materiales a la carretilla. Habían destruido unos salones de la cumbre Qing Jing, por lo que debían llevar varias cosas para reparar todo ese daño.

— Pero no fueron los discípulos de Bai Zhan.— comentó otro con pesadez después de subir algo bastante pesado a la carretilla. Apoyándose en los bordes de esta jadeante agregó.—...Fue el maestro de Bai Zhan.

— ¿Liu Qingge? ¿acaso otra vez se enfrentó con el demonio ese?— preguntó con extrañeza. Aunque había escuchado que esos dos eran enemigos, también escuchó que Luo Binghe nunca hacía caso a las provocaciones del Dios de la guerra, siempre ignorándolo porque era demasiado débil para él como para rebajarse.

— Si, parece que no lo encontró con buen humor y se enfrentaron destruyendo varias cosas. Sólo el maestro Shen los detuvo, sacando a patadas a Liu Qingge de la cumbre y cobrándole por los daños. Parece que el maestro Shen se enojó demasiado.

— Por supuesto que se enojaría, quien no lo haría si vienen a hacer daños en mi cumbre.— comentó el discípulo subiendo más materiales a la carretilla.

— Pero no es sólo eso.— continuó el otro.— Parece que el enojo del maestro Shen no era sólo eso, sino que según escuche fue porque el maestro Liu...hizo llorar a Luo Binghe.

La caja que cargaba el discípulo se cayó de la impresión, asustado rápidamente se agachó preocupado de romper algo, aunque por suerte no fue así. Levantando la vista miró a su compañero tartamudeando:— ¿E-En serio?

No podía imaginar ese escenario en su mente, las pocas veces que había visto a ese demonio su expresión era tan fría que podría paralizarte de miedo... imaginarlo llorando era muy desconcertante.

— ¡Si! También me sorprendí cuando me llegó la noticia. Liu Qingge también estaba tan desconcertado que fue una de las razones por las que dejó que Shen Qingqiu lo echara de la cumbre.— comentó emocionado. A este discípulo le gustaba mucho el chisme...— También escuche que cuando esa pareja de maestro y discípulo llegaron a la montaña no fueron directamente a Qing Jing sino a Qian Cao, parecía que querían ver a el maestro Mu.

— ¿Por qué irían ahí? ¿Acaso el maestro Shen o el demonio se enfermaron? Debió ser el ambiente siniestro del Reino demoníaco. Parece que el maestro Shen se busca solo esas penurias, dejándose tentar por ese demonio.— comentó el discípulo poniéndose de pie y colocando la caja donde debía estar.

Colección de one-shots Bingqiu: Nuestra historia apenas comienza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora