Ethan, mi estúpido favorito.

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24 de Febrero del 2015

-Cállate y déjame en paz ¿si?- reprendo a Leo, mi hermano, exasperada por su insistencia.

-¡Oooooh, vamos! Solo una partida.

-No, siempre me ganas y ya me aburrió- "¿Quien no se aburre con una racha de 15 partidos perdidos de 17?" pienso para mis adentros rodando los ojos -Además, ya mero llegan por mí.

-¿A dónde vas? ¿No piensas llevarme?- pregunta poniendo cara de perrito atropellado.

-Esta vez no, pero no te pierdes de nada, voy a estudiar con Ethan a un café. No tardo mucho así que que no se te vaya a ocurrir algún desfiguro como la otra vez enano.- recuerdo para evitar problemas.

-La única enana aquí eres tú -aclara indignado- soy 2 años menor que tu y te gano por casi media cabeza.

Tomo las llaves, mi mochila y celular riendo un poco de lo infantil que es mi hermano a veces, antes de salir por la puerta y encender el carro. Respondo un mensaje de Jordan, mi mejor amiga y arranco hacia el café.

Cuando llego aún no hay señales de alguien conocido, así que tomo una mesa y empiezo a acomodar los libros para no perder tiempo después.

-¡Hey!- al levantar mi vista me encuentro con el castaño que había estado esperando - Ya estoy aquí, veo que te adelantaste.

-Solo saque los libros; háblale a la mesera para pedir nuestra orden por favor Ethan.

Levantó la mano para captar la atención de una de las empleadas del lugar, un segundo después se dirige a mí recordándome la charla qua anteriormente había tenido por medio del celular: -¿Oíste de la fiesta que hará Jason éste viernes?

-Mmm algo así me dijo Jordan ¿por qué?

-¿No piensas ir? Sabía que eras un poco ñoña pero no aguafiestas Alli.- dice soltando una carcajada. -¿recuerdas la vez en que te emborrachaste y empezaste a bailar encima de la mesa cantando en alemán? Aaaah -él, muy a gusto, lanza un suspiro aún con una muy amplia sonrisa en su rostro- ¿Qué habría pasado si no te sacábamos de ahí?

Rayos, creo que jamás podrán superarlo, fue hace más de 2 meses y no es para tanto, aun así ya me había cansado de renegar así que solo cambie de tema -Pues Jason tiene fama de imbécil y sé que hará un numerito, no quiero terminar justamente como la vez pasada y mucho menos en la cárcel.

-Creo que estas exagerando, Jordan irá, yo iré, ¿que podría sucederte bebé?- dice tomando uno de mis cachetes y apretándolo.

-No me llames así y empieza a leer que no vas a acabar.- afirmo sin poder contener una sonrisa.

En ese momento apareció por fin la mesera y cada quien pidió su malteada. Apenas levantó su vista de la libreta y se fijó en Ethan, empezó a babear sobre la mesa. Me contuve las ganas de pasar una mano frente a sus ojos para que reaccionara y en vez de eso carraspee para que se diera cuenta de que siguía allí antes de que se lanzara encima de mi mejor amigo.

Una vez que toma la orden y se fuera, Ethan me miró de una manera burlona y lo único que hice fue sacar mi celular y hacerme loca mientras el vuelvía su atención al libro de historia que tienía en frente.

Ethan, este grandulón de casi dos metros que tengo enfrente es de los galanes de la escuela, te diría que no entiendo cómo diablos me habla pero compartimos una laaaarga historia que más bien sería delirante que no lo hiciera. Si, es bastante estúpido a veces y sangrón con algunas personas, llama-la-atención y vale-madres como ya se han dado cuenta, pero tiene, muy en su interior, un alma de niño que te hace imposible no quererlo una vez que lo conoces.

Yo, al contrario, soy como la nerd del grupo: saco buenas calificaciones, los maestros me adoran, no hablo con mucha gente y aún vivo con mis padres, a diferencia de Jordan.

Aaaah (suspiro) Jordan, ella es como el "Boom" del trío, siempre segura de sí misma y pisando fuerte a cada lugar al que va. Nunca pasa desapersivida y aunque se ha ganado a muchos enemigos (racistas en su mayoría) también muchos admiradores.

Volviendo al ahora pasamos 2 horas, él estudiando y yo respondiendo sus dudas. Él decidió sacar mejores notas para poder ser aceptado en una buena universidad ya que este es nuestro último año de preparatoria y no basta ser el mejor jugador del equipo de Fútbol Americano de la escuela para ganarse una beca completa, así que yo accedí en ayudarlo. De igual manera, su lindo rostro ya no le serviría mucho para que le pasaran las tareas en la universidad así como lo ha hecho durante casi toda su vida.

Una vez que acabamos tanto de estudiar como nuestras bebidas, Ethan me llevó a mi casa con la promesa de pasar por mí y por Jordan antes de ir a la fiesta. No es que me quiera hacer del rogar pero he hecho demasiados ridículos bajo el efecto del alcohol y sé que no tengo mucha abstinencia ni resistencia como para que sea la excepción, pero qué más da, un poco de música a todo volumen, unas cuantas latas de cerveza y tantita diversión no le hacen daño a nadie, por ahora.

What If...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora